En 2017, el parque de producción eléctrica de Francia ha continuado su progreso con el cierre de cinco grupos térmicos con combustible (con 3.025 MW menos) y la progresión de un parque de energías renovables (2.763 MW más). El desarrollo de los parques eólico y solar, cuya producción ha aumentado un 14,8% y un 9,2%, respectivamente, permite compensar, en parte, el descenso de la producción nuclear e hidráulica. El consumo corregido permanece estable, con 474 TWh.
Según un comunicado de prensa de la Red de Transporte Eléctrico (RTE, de sus siglas en francés), la producción eólica y solar representan por primera vez más de un tercio de la producción renovable francesa (un 37,4% frente a un 30,8% en 2016). Este récord se explica por las condiciones de viento y de sol favorables, así como también por la reducción de la producción hidráulica (un 16,3% menos), afectada por una pluviometría menos abundante en 2017.
El crecimiento de las energías eólica y solar permiten compensar en gran parte la reducción de la producción del parque nuclear (un 1,3% menos), debido a una menor disponibilidad que al inicio del año 2017. Este nivel de producción, asociado principalmente a la oleada de frío del mes de enero de 2017, ha ejercitado una progresión de las importaciones (36,2 TWh), reduciendo el saldo positivo de los intercambios en las fronteras a 38 TWh, el nivel menos elevado desde 2010.
La optimización de las capacidades de intercambio en las fronteras a permitido registrar dos récords: 17073 MW de exportación el pasado 30 de marzo y 12.119 MW de importación el 2 de diciembre.
Interconexiones eléctricas
Para contribuir al éxito de la transición energética, RTE continúa adaptado y asegurando la red eléctrica. Con 1.393 millones de euros de inversión, 2017 ha estado marcado por la puesta en servicio de la Red de Seguridad de Bretaña, los trabajos sobre las interconexiones (Francia-Inglaterra, Francia-Italia) y la aceleración de la digitalización de los postes eléctricos.
El reordenamiento de líneas de 225.000 voltios, con los proyectos como Haute-Durance y 2Loires, ha permitido disminuir el número de líneas aéreas en beneficio de enlaces subterráneos. Con 239 kilómetros de líneas menos, la red aérea es, a partir de ahora, inferior a 100.000 kilómetros.