El informe titulado ‘Seguimiento del ODS 7: El Informe del Progreso Energético 2025’ destaca avances en renovables y acceso a la electricidad, aunque el progreso hacia las metas de 2030 sigue retrasado. El documento -elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), la División de Estadística de las Naciones Unidas (UNSD), el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS)- también destaca el papel de la energía renovable distribuida, como las minirredes y los sistemas solares fuera de la red, para acelerar el acceso de las personas que viven en zonas remotas y frágiles.

El informe permite obtener información sobre el progreso hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. El ODS 7 busca garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos. Por lo tanto, resume el progreso mundial en materia de acceso a la electricidad, renovables, eficiencia energética, cocina limpia y cooperación internacional para impulsar el ODS 7. Presenta estadísticas actualizadas para cada indicador y proporciona información sobre políticas en áreas prioritarias y acciones necesarias para impulsar un mayor progreso en el ODS 7.
Los datos reflejan que el progreso hacia las metas del ODS 7 de 2030 sigue retrasado, especialmente en África subsahariana. No obstante, a nivel mundial, el progreso en materia de políticas y los avances tecnológicos han mostrado resultados prometedores, en particular en el impulso al despliegue de energías renovables y la consecución de mejoras (aunque aún insuficientes) en la eficiencia energética.
Acceso a la electricidad, energías renovables y eficiencia energética
Los principales hallazgos en los indicadores primarios señalan que casi el 92% de la población mundial tiene acceso a la electricidad, lo que dejó a más de 666 millones de personas sin ella en 2023. Además, 18 de los 20 países con los mayores déficits de acceso a la electricidad se encontraban en África subsahariana. El mayor crecimiento en el acceso entre 2020 y 2023 se produjo en Asia Central y Meridional, donde ambas regiones lograron avances significativos hacia el acceso universal a la electricidad, reduciendo su brecha de acceso básico de 414 millones en 2010 a tan solo 27 millones en 2023.
Entre 2022 y 2023, se observó un cambio mínimo o nulo en el acceso a combustibles y tecnologías limpias para cocinar. Los datos reflejan que si las tendencias actuales continúan, solo el 78% de la población mundial tendrá acceso a tecnologías limpias para cocinar en 2030.
Por otro lado, el informe indica que en 2022, la participación mundial de las fuentes de energía renovables en el consumo final total de energía fue del 17,9%, ya que la capacidad instalada de energía renovable alcanzó los 478 W per cápita en 2023, lo que indica un crecimiento de casi el 13% con respecto a 2022. Pero el progreso no es suficiente para alcanzar los objetivos internacionales de desarrollo sostenible y climático.
En cuanto a la eficiencia energética global, ha experimentado un progreso lento en los últimos años, y para alcanzarse la meta original del ODS 7.3, la intensidad energética debe mejorar un 4% anual en promedio. Finalmente, los flujos financieros públicos internacionales hacia los países en desarrollo en apoyo a la energía limpia aumentaron un 27% desde 2022, alcanzando los 21.600 millones de dólares en 2023.
El informe indica la falta de financiación suficiente y asequible como una de las principales causas de las desigualdades regionales y la lentitud del progreso, e insta a fortalecer la cooperación internacional entre los sectores público y privado para ampliar el apoyo financiero a las economías en desarrollo, especialmente en África subsahariana.