El mundo se está quedando atrás en sus objetivos de energías renovables, a pesar del progreso récord del año pasado, según el informe ‘Cumpliendo con el Consenso de los EAU: Seguimiento del progreso hacia la triplicación de la capacidad de energía renovable y la duplicación de la eficiencia energética para 2030’. El documento destaca que la capacidad mundial de energías renovables alcanzó en 2024 una cifra sin precedentes de 582 GW, pero esta cifra aún no es suficiente para mantener el rumbo hacia el objetivo del Consenso de los EAU de la COP28 de triplicar las energías renovables hasta alcanzar los 11,2 TW para 2030.

El informe, publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), la Presidencia brasileña de la COP30 y la Global Renewables Alliance (GRA), subraya que alcanzar esta meta exige ahora la cifra de 1.122 GW de capacidad adicional cada año a partir de 2025, lo que requiere que el crecimiento anual se acelere hasta el 16,6% a lo largo de la década.
A su vez, el informe destaca que la eficiencia energética es una preocupación igualmente importante. La intensidad energética global mejoró tan solo un 1% en 2024, muy por debajo del aumento anual del 4% necesario para alcanzar el objetivo del Consenso de los EAU y mantener vigente el objetivo de 1,5 °C.
Integración de los objetivos renovables en los planes climáticos
El informe pide que se tomen medidas urgentes para integrar los objetivos renovables en los planes climáticos nacionales (NDC 3.0) antes de la COP30 en Belém; aumentar la inversión en energías renovables a al menos 1,4 billones de dólares por año en el período 2025-2030, más del doble de los 624.000 millones de dólares invertidos en 2024; y la doble ambición colectiva de los planes climáticos nacionales para alinearse con el objetivo global de energías renovables.
Las principales economías avanzadas y emergentes del mundo deben tomar la iniciativa, según las recomendaciones del nuevo informe. Se predice que los países del G20 representarán más del 8% de las energías renovables mundiales para 2030, y se espera que las economías desarrolladas más ricas del G7 asuman un papel de liderazgo al aumentar su participación a alrededor del 20% de la capacidad mundial durante esta década.
Necesidad de invertir en redes eléctricas y energías renovables
Las principales economías mundiales también deben cumplir con el financiamiento climático, añade el documento. Y más allá de las energías renovables, se destaca la necesidad urgente de invertir en redes eléctricas, cadenas de suministro y fabricación de tecnología limpia para la energía solar, eólica, baterías e hidrógeno.
Según el informe, si bien las inversiones en energías renovables crecieron un 7% en 2024, los desembolsos reales se mantienen muy por debajo de los niveles necesarios para crear una cartera sólida de proyectos y acelerar la construcción. En cuanto a las cadenas de suministro, es fundamental garantizar prácticas comerciales justas y transparentes para las tecnologías críticas de energías renovables y fomentar la cooperación internacional para salvaguardar los corredores comerciales de materiales y componentes clave.
Además, el informe subraya que la inversión estratégica en la modernización y expansión de las redes eléctricas es fundamental para integrar nueva capacidad y fortalecer la seguridad energética. De aquí a 2030, se estima que se deben destinar 670.000 millones de dólares anuales a las redes eléctricas, y se requiere mayor inversión para ampliar rápidamente las soluciones de almacenamiento de energía, facilitar la integración de las energías renovables y salvaguardar la estabilidad de la red eléctrica.