Un nuevo informe de políticas de la Alianza Mundial de Energías Renovables y Ember muestra que, en la actualidad, el sistema energético mundial está experimentando su transformación más rápida de la historia, impulsada por el auge de las tecnologías electrotécnicas que pueden generar, almacenar y utilizar electricidad renovable. El documento demuestra que la electrotecnología puede romper la dependencia de los combustibles fósiles y transformar las economías de todo el mundo.

La revolución electrotécnica ya está tomando forma, impulsando uno de los cambios más profundos en el panorama energético mundial. El documento ‘Cómo aprovechar la revolución electrotécnica’ advierte que los gobiernos que adopten esta revolución podrán garantizar la independencia energética, reducir los costes para hogares y empresas, e impulsar nuevos motores de crecimiento económico. Sin embargo, aquellos que se demoren corren el riesgo de mayores costes de importación y una pérdida de competitividad.
Este informe se ha lanzado en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) 2025, que se celebra del 10 al 21 de noviembre en Belém (Brasil), un evento que ofrece la oportunidad para que los países armonicen sus ambiciones con la acción, intercambien mejores prácticas, se comprometan con políticas que las faciliten y aceleren el despliegue de energías renovables.
Transición energética
La transición energética consta de dos partes principales. Por un lado, la generación de electricidad local a bajo coste, principalmente a partir de energía solar y eólica, con el respaldo de sistemas de almacenamiento de energía a corto y largo plazo. Y, por otro lado, el suministro de electricidad para satisfacer la demanda final.
Este informe muestra cómo los países pueden acelerar ambas etapas y, de este modo, aprovechar al máximo sus beneficios.
En concreto, propone medidas políticas clave, como establecer objetivos cuantificables de energía renovable y electrificación dentro de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), invertir en infraestructuras robustas de redes eléctricas y almacenamiento, y alinear precios y subvenciones para apoyar y acelerar la transición energética.