El nuevo informe del Avance de la Perspectiva de las Transiciones Energéticas Mundiales 2023 (‘World Energy Transitions Outlook Preview’) de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) exige una corrección del rumbo en la transición energética. Irena destaca que una transición energética exitosa exige medidas transformadoras que reflejen la urgencia de la situación actual. El documento advierte de que la falta de progreso aumenta aún más las necesidades de inversión y pide un cambio sistemático en el volumen y tipo de inversiones para priorizar la transición energética. Sostiene que las políticas integrales y de inversión en todo el mundo y todos los sectores deben hacer crecer las energías renovables e incentivar los cambios estructurales necesarios para la transición energética basada en renovables.
El informe World Energy Transitions Outlook (WETO) completo se publicará a finales de este año. Irena ha publicado ahora una visión previa del documento, que muestra que la escala y el alcance del cambio están muy por debajo de la ruta de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.
Avances en el sector de la energía
No obstante, el informe destaca que se han logrado avances, especialmente en el sector de la energía, donde las energías renovables representan el 40% de la generación de energía instalada a nivel mundial, lo que contribuyó a un 83% de las adiciones de energía mundial en 2022.
Sin embargo, para mantener vivo el objetivo de 1,5 °C, los niveles de implementación deben aumentar de unos 3.000 GW actuales a más de 10.000 GW en 2030, un promedio de 1.000 GW al año. El despliegue también está limitado a ciertas partes del mundo. China, la Unión Europea y Estados Unidos representaron dos tercios de todas las adiciones el año pasado, dejando a las naciones en desarrollo aún más rezagadas.
Pilares prioritarios de la transición energética
La vista previa de Irena describe tres pilares prioritarios de la transición energética: la infraestructura física, los facilitadores normativos y una fuerza laboral bien cualificada, que requieren una inversión significativa y nuevas formas de cooperación.
El documento destaca que si bien la inversión global en tecnologías de transición energética alcanzó un nuevo récord de 1,3 billones de dólares americanos en 2022, las inversiones anuales deben cuadruplicarse con creces a más de 5 billones para mantenerse en el camino de los 1,5 °C. Para 2030, las inversiones acumuladas deben ascender a 44 billones, con tecnologías de transición que representan el 80% del total, o 35 billones, priorizando la eficiencia, la electrificación, la expansión de la red y la flexibilidad.
Además, se requiere la intervención del sector público para canalizar las inversiones hacia los países de manera más equitativa. En 2022, el 85% de la inversión mundial en energías renovables benefició a menos de la mitad de la población mundial. África representó solo el 1% de la capacidad adicional en 2022.