El proyecto europeo GreenHyScale, financiado por la Unión Europea, está llevando a cabo el proceso de instalación de un electrolizador prototipo de 6 MW en el parque industrial verde danés GreenLab. El prototipo de electrolizador y el módulo de prueba son la primera pieza de lo que se planea que sea una planta Power-to-X de 100 MW. Los socios del proyecto GreenHyScale esperan que la planta de 100 MW sea replicable en el resto del mundo.
De esta forma, la instalación del electrolizador prototipo de 6 MW se convierte en un paso importante hacia la producción de hidrógeno verde a gran escala a nivel mundial.
A finales de marzo se entregó el módulo de prueba de 6 MW para la producción Power-to-X al parque industrial verde GreenLab en Skive, Dinamarca. El electrolizador prototipo de 70 toneladas ha sido desarrollado por la empresa danesa de tecnología limpia Green Hydrogen Systems, y es la primera pieza de la planta de electrólisis verde de 100 MW que se construirá y operará en el parque industrial.
Tecnología Power-to-X
La tecnología central Power-to-X elegida es un electrolizador prototipo de la serie X de Green Hydrogen Systems, una tecnología de electrolizador alcalino presurizado modular que se puede apilar varias veces.
Además, la instalación Power-to-X se integrará completamente con SymbiosisNet, una red inteligente de energía y datos que se está desarrollando para permitir que las empresas compartan su excedente de energía y recursos.
Proyecto GreenHyScale
El proyecto GreenHyScale, que comenzó en 2021 y durará hasta septiembre de 2026, cuenta con el apoyo financiero del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea con 30 millones de euros.
El proyecto reúne a 11 socios académicos y comerciales de Dinamarca, Francia, Noruega y el Reino Unido. Los socios del consorcio son: GreenLab Skive A/S, Green Hydrogen Systems A/S, Lhyfe, Siemens Gamesa Renewable Energy, Equinor Energy AS, DTU, Imperial College London, Everfuel, Quantafuel, Euroquality y Energy Cluster Dinamarca.
Los logros del proyecto GreenHyScale ayudarán a reducir el coste del hidrógeno y a acelerar la transición de Europa hacia la neutralidad en carbono.