El Consejo Europeo aprueba un reglamento para la sostenibilidad y la economía circular de las baterías

El Consejo Europeo aprueba un reglamento para la sostenibilidad y la economía circular de las baterías

El Consejo Europeo ha adoptado un nuevo reglamento que refuerza las normas en materia de sostenibilidad aplicables a las baterías y pilas, y a sus residuos. El reglamento regulará todo el ciclo de vida de las pilas y baterías, desde la producción hasta la reutilización y el reciclado, y garantizará que sean seguras, sostenibles y competitivas. Con la votación llevada a cabo esta semana en el Consejo Europeo se concluye el procedimiento, ahora el Consejo y el Parlamento deben firmar el reglamento y a continuación se publicará en el Diario Oficial de la UE, para entrar en vigor 20 días después de su publicación.

El nuevo reglamento adquiere gran importancia, sobre todo ante el rápido desarrollo de la movilidad eléctrica.

El reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo se aplicará a todas las pilas y baterías, incluidos todos los residuos de pilas y baterías portátiles, las baterías para vehículos eléctricos, las baterías industriales, las baterías de automoción (utilizadas principalmente para vehículos y maquinaria) y las baterías de medios de transporte ligeros (como bicicletas eléctricas, ciclomotores eléctricos o patinetes eléctricos).

Economía circular a lo largo de todo el ciclo de vida de las baterías

Promover una economía circular regulando las pilas y baterías a lo largo de todo su ciclo de vida es el objetivo de las nuevas normas. El reglamento establece requisitos relativos al final de la vida útil, por ejemplo, objetivos y obligaciones en materia de recogida, objetivos de valorización de materiales y una responsabilidad ampliada del productor.

El reglamento establece un objetivo para los productores de recogida de residuos de pilas o baterías portátiles del 63% para finales de 2027 y de un 73% para finales de 2030, e introduce un objetivo de recogida específico para los residuos de baterías de medios de transporte ligeros, de un 51% para finales de 2028 y de un 61% para finales de 2031.

Además, el reglamento fija el objetivo de recuperación de litio a partir de los residuos de pilas y baterías en un 50% para finales de 2027, y en un 80% para finales de 2031. Este objetivo puede modificarse mediante actos delegados en función del mercado y de los avances tecnológicos y de la disponibilidad de litio.

Niveles mínimos obligatorios de contenido reciclado

El reglamento también prevé unos niveles mínimos obligatorios de contenido reciclado en lo que respecta a las baterías industriales, de automoción y para vehículos eléctricos. Se han fijado inicialmente en un 16% para el cobalto, un 85% para el plomo, un 6% para el litio y un 6% para el níquel. Las pilas y baterías deberán ir acompañadas de documentación sobre el contenido reciclado.

En concreto, el objetivo de eficiencia de reciclado se fija en un 80% para las pilas o baterías de níquel-cadmio, de aquí a finales de 2025, y en un 50% para los demás residuos de pilas o baterías, de aquí a finales de 2025.

Competencia, etiquetado e información

Las nuevas normas tienen por objeto mejorar el funcionamiento del mercado interior por lo que respecta a las pilas y baterías y garantizar una competencia más justa gracias a los requisitos de seguridad, sostenibilidad y etiquetado. Estos objetivos se alcanzarán mediante criterios de rendimiento, durabilidad y seguridad, restricciones estrictas de sustancias peligrosas como el mercurio, el cadmio y el plomo e información obligatoria sobre la huella de carbono de las pilas y baterías.

El reglamento introduce requisitos de etiquetado e información sobre los componentes y el contenido reciclado de la pila o batería, entre otras cosas, así como un pasaporte para baterías electrónico y un código QR. Para que los Estados miembros de la UE y los agentes económicos del mercado dispongan de tiempo suficiente para prepararse, los requisitos de etiquetado entrarán en vigor en 2026 y el código QR en 2027.

A su vez, el nuevo reglamento tiene como objetivo reducir los efectos medioambientales y sociales durante todo el ciclo de vida de la pila o batería. Para ello, establece estrictas normas de diligencia debida para los operadores que deben verificar la procedencia de las materias primas utilizadas para las pilas o baterías introducidas en el mercado.

 
 
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