El proyecto Elecouch, desarrollado por el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) y apoyado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), ya se encuentra en su fase final tras dar comienzo a principios de este año. El proyecto tiene por objetivo impulsar la mejora de las prestaciones de las baterías de litio-ion, así como abaratar los costes en el diseño de sus componentes. Entre otras cuestiones, se han implementado procesos de producción de electrodos e integración de componentes aptos para la validación de químicas de nueva generación en prototipos de celda pouch de hasta 1 Ah.
El ITE cuenta con uno de los pocos laboratorios existentes que disponen de procesos semiautomáticos para llevar a cabo la validación y optimización de la producción de electrodos y celdas con químicas de nueva generación.
La importancia de investigar en este campo reside en que las baterías cumplen un papel clave al facilitar el uso de energías renovables, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la dependencia de combustibles fósiles.
Optimización de electrodos y celdas en la cadena de valor
El proyecto de investigación se ha centrado en el desarrollo e implantación de procesos de fabricación de electrodos y celdas a partir de materiales activos de futura generación mediante procesos semiautomáticos, con el objetivo de mejorar las prestaciones de las baterías de litio-ion y abaratar el coste de la celdas, que representan un 80% del total.
Para obtener baterías de alta energía se necesita la síntesis de químicas de nueva generación, pero también el estudio y optimización de los procesos involucrados para su integración en un electrodo y en una celda.
En el proyecto Elecouch se han implementado procesos de producción de electrodos e integración de componentes aptos para la validación de químicas de nueva generación en prototipos de celda pouch de hasta 1 Ah, así como la posibilidad de llevar a cabo la optimización de los procesos de producción de electrodos e integración en celda con estas nuevas químicas con el fin de reducir costes y mejorar la sostenibilidad en el proceso de producción de celdas.
Además de la industria de baterías, sectores como la automoción, el almacenamiento energético y el químico se verán beneficiados de una tecnología que les permite validar y optimizar la producción de electrodos y celdas en toda la cadena de valor con químicas de nueva generación y otros componentes. Todo ello permite al sector industrial apostar por materiales y procesos más sostenibles, cumpliendo con las nuevas normativas relativas a las emisiones de CO2.