Un estudio de la UPM revela la importancia geoestratégica de los metales de los vehículos eléctricos

Mapa de una investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la ETSI de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha analizado las materias primas críticas, los riesgos de suministro y las emisiones de gases de efecto invernadero para entender la importancia geoestratégica en la fabricación de vehículos eléctricos. El estudio señala que se podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero si se fabricaran baterías para vehículos eléctricos en Europa en lugar de importarlas.

Emisiones localizadas de gases de efecto invernadero emitidos en la cadena de producción de una batería de vehículo eléctrico fabricada en China y fabricada en Hungría. Fuente: UPM.

En el sector del transporte, la participación de las ventas globales de vehículos eléctricos pasó de ser prácticamente inexistente en 2010 a más de 2 millones en 2020, con proyecciones que indican que en 2030 las ventas podrían alcanzar cerca del 30% de la cuota de mercado. Aunque los vehículos eléctricos no emiten gases de efecto invernadero sí pueden tener impactos ambientales en su fabricación al aumentar la dependencia de materias primas críticas.

Los objetivos del estudio realizado por miembros del grupo de investigación ‘Estudios Ambientales’ de la UPM han consistido en analizar las materias primas críticas necesarias de los imanes permanentes y de las baterías de vehículos eléctricos (neodimio, litio, cobalto); evaluar su riesgo de suministro mediante un análisis del flujo de materiales; y examinar sus impactos ambientales mediante la metodología Environmentally-Extended Multi-Regional Input-Output Analysis.

La mayor parte de las materias primas críticas utilizadas en los vehículos eléctricos tienen su cadena de producción en China. En el caso del neodimio, China tiene el monopolio de la minería y procesado, siendo el país con las mayores reservas de tierras que incluyen neodimio, y controla el uso del proceso Bayan Obo, un proceso de electrólisis necesario para la metalurgia del neodimio.

En el caso del litio y el cobalto, China no posee grandes reservas, pero controla la etapa de la metalurgia y producción de imanes permanentes (neodimio) y baterías (litio). En concreto, China fabrica el 60,8% de los imanes permanentes y el 79% de las baterías de vehículos eléctricos a nivel mundial.

Impacto de los vehículos eléctricos en Europa

Aunque Europa posee el 35% del total de vehículos eléctricos en el mundo, solo el 1,2% de las emisiones de gases de efecto invernadero generados en la cadena de suministro se asignan a Europa. Este hecho refleja, según la investigación, cómo Europa está trasladando el impacto ambiental producido en el transporte ligero desde el consumidor europeo hasta el fabricante, que en este caso es principalmente China.

Los investigadores señalan que una medida que podría realizar la Unión Europea sería fabricar las baterías en países como Hungría, que cuentan con la tecnología necesaria ya que actualmente es el tercer productor mundial de baterías.

Además, al utilizarse tecnologías más respetuosas con el medio ambiente, se podría reducir un 30,9% las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de baterías, según los investigadores de la UPM que han realizado el estudio.

 
 
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