Hasta 4.100 millones de euros de inversión para formar una joint venture que construirá una planta europea de baterías de litio hierro fosfato (LFP) a gran escala en Zaragoza, así es el acuerdo al que han llegado las compañías Stellantis y CATL. Con el objetivo de iniciar la producción a finales de 2026 en las instalaciones de Stellantis en Zaragoza, la planta de baterías podría alcanzar una capacidad de hasta 50 GWh, sujeta a la evolución del mercado eléctrico en Europa y al apoyo de las autoridades en España y la Unión Europea.
La joint venture construirá una nueva planta de baterías de litio fosfato de hierro (LFP) en las instalaciones de Stellantis en Zaragoza. Diseñada para ser completamente neutra en carbono, la planta de baterías se implantará en varias fases y planes de inversión.
Está previsto que la producción comience a finales de 2026 y podría alcanzar una capacidad de hasta 50 GWh. Se espera que la operación se cierre a lo largo de 2025 y está sujeta a las condiciones reglamentarias habituales.
Joint venture para impulsar la oferta de baterías de litio hierro fosfato
La joint venture, al 50% entre CATL y Stellantis, impulsará la oferta de baterías de litio hierro fosfato (LFP) de Stellantis, lo que permitirá al fabricante de automóviles ofrecer más turismos, crossovers y SUV eléctricos de batería de calidad, duraderos y asequibles en los segmentos B y C con gamas intermedias.
Stellantis y CATL firmaron en noviembre de 2023 un memorando de entendimiento no vinculante para el suministro local de células y módulos de baterías LFP para la producción de vehículos eléctricos en Europa y establecieron una colaboración a largo plazo en dos frentes estratégicos. Por un lado, la creación de una hoja de ruta tecnológica para apoyar los vehículos eléctricos de baterías avanzadas (BEV) de Stellantis y, por otro lado, la identificación de oportunidades para fortalecer la cadena de valor de las baterías.
CATL está trayendo a Europa tecnología punta de fabricación de baterías a través de sus dos plantas de Alemania y Hungría, que ya están operativas. La planta española mejorará sus capacidades para apoyar los objetivos climáticos de los clientes.
Por su parte, Stellantis está empleando un enfoque de doble química -níquel manganeso cobalto (NMC) y litio fosfato de hierro (LFP)- para atender a todos los clientes y explorar tecnologías innovadoras de celdas y paquetes de baterías.