El operador del sistema eléctrico español, Red Eléctrica, ha iniciado la fase de tendido del nuevo enlace eléctrico submarino entre las islas de Tenerife y La Gomera. Esta interconexión será clave para garantizar la seguridad del suministro en La Gomera, permitir una mayor integración de energías renovables y reducir los costes globales de generación eléctrica al conectar ambos sistemas insulares.

El barco cablero Cable Enterprise, uno de los más modernos de la flota de la compañía Prysmian, ha comenzado en la isla de La Gomera el tendido del nuevo doble circuito eléctrico submarino, que enlazará las nuevas subestaciones de El Palmar (La Gomera) y Chío (Tenerife).
Línea subterráneo-submarina de doble circuito a 66 kV
Los trabajos durarán un mes y se inician con el tendido del primer circuito de 66 kV desde la isla de La Gomera hasta Punta Blanca, punto de la interconexión con la isla de Tenerife. Una vez finalizado, el Cable Enterprise regresará a La Gomera para tender el segundo circuito, con el objetivo de completar todos los trabajos a principios del mes de octubre y finalizar el conjunto del enlace a final de año.
Esta línea subterráneo-submarina de doble circuito a 66 kV, de 50 MVA de capacidad de transporte por circuito, consta de un tramo submarino de aproximadamente 36 km de longitud, que discurre a una profundidad máxima de 1.145 metros y de dos tramos terrestres en La Gomera y en Tenerife.
La puesta en servicio de la interconexión está prevista para finales de año y forma parte del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026. El proyecto incluye la propia línea eléctrica subterráneo-submarina y las dos nuevas subestaciones: El Palmar, recientemente finalizada, y Chío, en funcionamiento desde principios de este año.
Mínimo impacto paisajístico
Este enlace es el más profundo del mundo entre los cables submarinos tripolares en corriente alterna a 66 kV, lo que ha requerido un diseño técnico específico, reforzado con materiales ligeros y resistentes, capaces de soportar las condiciones extremas del entorno submarino.
Por su longitud y complejidad, la llegada del cable a tierra en ambas islas ha supuesto un reto técnico importante, especialmente para proteger la biodiversidad marina en las zonas más someras, donde el terreno volcánico es especialmente irregular y heterogéneo. Para evitar impactos en estos ecosistemas, se ha utilizado la técnica de perforación dirigida, que permite introducir el cable en el mar a través de un microtúnel con salida a cientos de metros de la costa, eliminando cualquier afección sobre las comunidades biológicas costeras.
El trazado de la interconexión ha sido diseñado con el fin de minimizar el impacto paisajístico y de asegurar la máxima protección de la vegetación y la fauna en las zonas por las que transcurre su recorrido.