Modernizar la infraestructura de redes eléctricas en toda la Unión Europea, y ampliarla para liberar todo su potencial, es la premisa principal de la Comisión Europea con el nuevo Paquete de Redes Eléctricas Europeas y la iniciativa Autopistas de la Energía. Ambos aspiran a permitir un flujo energético eficiente entre todos los Estados miembros de la UE, integrando energía limpia, más económica, y acelerando la electrificación. Por un lado, el Paquete de Redes Eléctricas marca un nuevo enfoque para la infraestructura energética al aportar una perspectiva europea a la planificación, mientras que las Autopistas de la Energía abordan las necesidades de infraestructura más urgentes que requieren apoyo y compromiso adicionales a corto plazo para su implementación.

La infraestructura energética es la columna vertebral del sistema energético y de la propia Europa. A pesar de los avances logrados dentro de los marcos regulatorios actuales, existen obstáculos para su desarrollo e implementación que dificultan la culminación de la Unión de la Energía. Aunque Europa cuenta con una de las redes más interconectadas del mundo, su antigua infraestructura eléctrica y su limitada capacidad de interconexión crean cuellos de botella que frenan el rápido progreso en la transición hacia la energía limpia y los beneficios que esta puede traer en términos de asequibilidad y competitividad.
La Unión Europea no ha alcanzado el nivel de interconectividad entre los Estados miembros que permitiría una auténtica Unión de la Energía, ya que hay países de la UE que no están en vías de alcanzar el objetivo de interconexión del 15% para 2030. Además, la insuficiente integración y la escasa inversión en la infraestructura energética tienen un impacto directo en las facturas energéticas de los ciudadanos europeos. El 98% del petróleo y el gas que se consumen en los países de la UE es importado, por lo que Europa sigue estando demasiado expuesta a la volatilidad de los precios y a los riesgos geopolíticos.
En este contexto, con el nuevo Paquete de Redes Eléctricas y la iniciativa Autopistas de la Energía, la Comisión Europea propone un nuevo enfoque para la planificación y el desarrollo de infraestructuras energéticas con el fin de abordar los retos estructurales del sistema energético europeo. Al aportar una perspectiva verdaderamente europea a la planificación de proyectos, con estas propuestas se espera reducir la brecha crítica entre los proyectos planificados y los realmente necesarios para alcanzar los objetivos climáticos y energéticos. También permitirán garantizar un desarrollo más rápido de los proyectos, con procedimientos de concesión de permisos más sencillos, la participación ciudadana, un acceso más fácil a la financiación y a las cadenas de suministro, y una mayor seguridad y resiliencia.
Las propuestas legislativas se presentarán ahora al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo mediante el procedimiento legislativo ordinario.
Paquete de Redes Eléctricas
La razón de ser del Paquete de Redes Europeas es crear una red energética europea mejor conectada, reforzando la autonomía estratégica, la seguridad y la resiliencia de Europa, al tiempo que se reduce la dependencia de las importaciones.

El Paquete de Redes Eléctricas persigue aportar una perspectiva verdaderamente europea a la planificación de infraestructuras energéticas, agilizando al mismo tiempo los trámites de permisos y garantizando una distribución más justa de los costes en los proyectos transfronterizos. Este nuevo enfoque permitirá optimizar el uso de la infraestructura energética existente y, paralelamente, acelerar el desarrollo de redes eléctricas y otras infraestructuras energéticas físicas en toda la UE.
El paquete incluye propuestas para crear un proceso más sólido para la planificación de la infraestructura energética transfronteriza, acelerar la tramitación de permisos, garantizar mecanismos más eficaces para compartir los costes y beneficios de los proyectos transfronterizos, así como hacer que la infraestructura transfronteriza sea más resistente y segura.
Entre otras cuestiones, el paquete propone simplificar el proceso de selección de Proyectos de Interés Común (PCI) y Proyectos de Interés Mutuo (PMI). También propone incluir proyectos que mejoren la inteligencia de las infraestructuras y mejoren la seguridad en las categorías de infraestructura de las Redes Transeuropeas para la Regulación de la Energía (RTE-E), lo que permitirá que estos proyectos se beneficien del apoyo financiero de la UE a través del Mecanismo Conectar Europa (MCE).
Asimismo, el paquete refuerza la seguridad física y cibernética de la infraestructura transfronteriza al integrar consideraciones de seguridad en las primeras etapas de la planificación del proyecto.
Nuevas formas de financiación para impulsar la infraestructura eléctrica
Para asegurar el futuro de la infraestructura de la red eléctrica, la Comisión Europea propone nuevas formas de financiación. La distribución de costes y la agrupación de proyectos son ejemplos de ello: las infraestructuras energéticas transfronterizas, cada vez más integradas, generan beneficios más allá de los territorios donde se construyen. Esto hace que una distribución de costes justa y transparente sea esencial para evitar cargas desproporcionadas para los consumidores locales.
Para abordar este problema, el Paquete Europeo de Redes pretende aumentar la transparencia y la equidad en la evaluación de costes y beneficios. La agrupación de proyectos de infraestructura también puede facilitar la financiación, por ejemplo, mediante la creación de entidades instrumentales, atrayendo así inversión adicional.
Planificación más coordinada en Europa
El paquete propone un proceso de planificación de infraestructura energética transfronteriza de la UE que permita una identificación más coordinada de las necesidades, garantizando que los proyectos estén alineados con los objetivos europeos actuales y futuros.

Para lograr esto, la Comisión Europea desarrollará un escenario central integral de la UE que sea rentable y que pueda ayudar a cumplir los objetivos energéticos y climáticos de la UE. Este escenario se desarrollará cada cuatro años con la posibilidad de actualizarse en caso de necesidad. Se basará en las aportaciones de los Estados miembros y las partes interesadas y servirá de base para que los operadores del sistema energético identifiquen las necesidades de capacidad de infraestructura en toda la UE.
Este enfoque respaldará una selección más rigurosa de los proyectos que mejor respondan a las necesidades identificadas y garantice una planificación bien coordinada a nivel de la UE, evitando así el desperdicio de recursos en proyectos innecesarios.
Por otro lado, en cuanto a la concesión de permisos para proyectos de infraestructura energética y generación de energías renovables, el Paquete de Redes Europeas, en coordinación con el marco regulatorio de la UE en materia de protección ambiental, establece un marco a nivel de la UE para simplificar y agilizar los procedimientos de autorización para toda la infraestructura de red, proyectos de energías renovables, proyectos de almacenamiento y estaciones de recarga. Por primera vez, propone introducir plazos para la tramitación de permisos para todos los proyectos de infraestructura, almacenamiento y estaciones de recarga, y simplifica aún más la tramitación de permisos para proyectos de energías renovables, almacenamiento y estaciones de recarga a pequeña escala. Además, garantiza la plena digitalización de los procesos y que las autoridades nacionales estén bien preparadas para gestionar las solicitudes de manera eficaz.
Autopistas de la Energía
Por su parte, las Autopistas de la Energía son interconexiones estratégicas clave que respaldarán la culminación de la Unión de la Energía al abordar cuellos de botella críticos en el sistema energético de la UE. En concreto, la iniciativa abordará ocho cuellos de botella clave en Europa que representan las necesidades más urgentes de infraestructura energética.
La Comisión Europea acelerará las Autopistas de la Energía con apoyo específico a los Estados miembros interesados y a los promotores de proyectos implicados, incluido el fomento de la financiación y de medidas para agilizar y acelerar aún más los procesos de concesión de permisos a fin de contribuir a que los proyectos lleguen a una conclusión satisfactoria.

Las ocho Autopistas de la Energía son las interconexiones eléctricas a través de los Pirineos para una mejor integración de la Península Ibérica (Paso Pirenaico 1 y Paso Pirenaico 2), en la Península Ibérica; el Gran Interconector Marítimo para poner fin al aislamiento eléctrico conectando la electricidad entre Chipre y la Europa continental; Harmony Link para fortalecer la interconexión eléctrica de los países bálticos; el Gasoducto Transbalcánico (TBP); la isla energética de Bornholm para transformar el Mar Báltico en un centro de interconexión offshore; el Corredor del hidrógeno del sur SouthH2 que involucra a Túnez, Italia, Austria y Alemania; el Corredor de hidrógeno del suroeste, de Portugal a Alemania; y Europa Sudoriental, para mejorar la estabilidad de precios y la seguridad energética en el sudeste de Europa, incluso mediante el almacenamiento.
La ocho Autopistas de la Energía abordan las necesidades de infraestructura más urgentes que requieren apoyo y compromiso adicionales a corto plazo para su implementación. Se han seleccionado en función de su importancia estratégica para completar la Unión de la Energía y del nivel de apoyo político de la UE necesario para su implementación exitosa.
La Comisión Europea se compromete a acelerar de inmediato las Autopistas de la Energía mediante una mayor coordinación política, recurriendo a los Grupos Regionales de Alto Nivel, movilizando el apoyo de los coordinadores europeos y colaborando estrechamente con el Grupo de Trabajo de la Unión de la Energía, ampliando su alcance más allá de los Estados miembros de la UE cuando sea necesario. Cada proyecto se priorizará a nivel de la UE, y la Comisión Europea apoyará a los Estados miembros para que les concedan la misma prioridad a nivel nacional.
Despliegue de la infraestructura energética europea
En definitiva, el Paquete de Redes Europeas y la iniciativa Autopistas de la Energía abordan cuestiones estructurales en la planificación e implementación de infraestructura energética de la UE, y respaldarán la culminación de la Unión de la Energía al garantizar que las necesidades de infraestructura se correspondan con proyectos concretos que se lleven a cabo sobre el terreno.

La Comisión Europea destaca que, en primer lugar, estas propuestas garantizarán que Europa maximice el uso de la infraestructura existente antes de invertir en nueva capacidad. Lo que es clave para lograr la transición energética y una mayor seguridad energética de forma rentable. Y, en segundo lugar, que permitirán un desarrollo más rápido y racional de la infraestructura energética necesaria para alcanzar los objetivos climáticos y energéticos europeos.