SHAR-Q, un proyecto para optimizar los sistemas de almacenamiento energético y su integración a la red eléctrica

Integración de energías renovables en la red

El desarrollo de las Smart Grids hace posible la integración de energía procedente de fuentes renovables (RES, de sus siglas en inglés). Sin embargo, estas fuentes son intermitentes y plantean retos para su integración en los sistemas eléctricos. Dichos retos, pueden ser abordados por Almacenamiento de Energía Eléctrica (EES, de sus siglas en inglés) emergentes en el mercado. En este sentido, los sistemas de almacenamiento se posicionan como componentes esenciales para las Smart Grids del futuro con una alta proporción de generación renovable variable. Así, el coste unitario energético recuperado desde el almacenamiento es bastante superior al coste unitario de consumo energético sobre su producción de renovables.

Los sistemas de almacenamiento se posicionan como componentes esenciales para las Smart Grids del futuro con una alta proporción de generación renovable variable.

Para garantizar la fiabilidad de las redes al incorporar estas fuentes y la calidad del servicio, se han puesto en marcha proyectos europeos como SHAR-Q para optimizar los sistemas de almacenamiento energético y su integración a la red eléctrica, desarrollando así tecnología innovadora para las redes eléctricas del futuro. Su objetivo es que la proporción de capacidad de almacenamiento desplegada en localizaciones distribuidas reduzca las capacidades EES necesarias, ofreciendo ahorros significativos en las capacidades de almacenamiento requeridas. De este modo, se reducirá significativamente el coste unitario de producción energética de los ecosistemas RES y EES que participan en el proceso de reparto.

SHAR-Q persigue optimizar los sistemas de almacenamiento energético y su integración a la red eléctrica, desarrollando así tecnología innovadora para las redes eléctricas del futuro.

Con la participación de once socios de seis países y un presupuesto de 4 millones de euros, este proyecto ha desarrollado tres demostradores pilotos en Alcouim (Portugal), Güssing (Austria) y Rafina (Grecia) donde, durante 36 meses, se llevarán a cabo las aplicaciones prácticas. Coordinado por Atos, su lanzamiento oficial se produjo el pasado 1 de noviembre en Madrid.

Coordinado por Atos, su lanzamiento oficial se produjo el pasado 1 de noviembre en Madrid.

Solar Lab es el demostrador piloto situado en la villa portuguesa de Alcoutim que consiste en una plataforma solar con capacidades RED-EES compartidas en el contexto de la producción renovable distribuida. En la ciudad austriaca de Güssing se encuentra el demostrador Ecoenergyland que autoabastece a 18 municipios con capacidades RED-EES compartidas en el contexto de la colaboración del prosumidor. Por su parte, el demostrador del camping de Meltemi, Grecia, es una explotación de sinergias de vehículos eléctricos con energías renovables.

Red P2P interoperable

SHAR-Q es una red P2P interoperable que conecta ecosistemas de barrios con energías renovables y almacenamiento (RES+Storage) para crear un marco de colaboración descentralizado que optimiza las capacidades de almacenamiento desplegadas en la red, reduciendo así el requisito sobre la capacidad global de EES gracias a la capacidad compartida entre los actores principales.

SHAR-Q es una red P2P interoperable que conecta ecosistemas de barrios con energías renovables y almacenamiento (RES+Storage).

La optimización de capacidades de almacenamiento desplegadas en la red es especialmente necesaria para lugares energéticos pequeños como recursos energéticos distribuidos (DER, de sus siglas en inglés) y microrredes de prosumidores, que son los segmentos etiquetados por el proyecto SHAR-Q. Los actores participantes en el proceso de reparto pueden ser prosumidores, operadores DER, DSO (distribuidores) y proveedores de servicios de valor añadido en el dominio energético.

La solución se basará en un Gateway de interoperabilidad abierto con la API abierta correspondiente que conecta los recursos energéticos inteligentes operados por diferentes actores en el marco de colaboración de SHAR-Q. Los usuarios serán equipados con la habilidad de gestionar su contribución a los modelos de gestión energética colaborativos como ellos deseen de una manera similar a las redes sociales, controlando con quien pueden compartir sus capacidades de almacenamiento específicas.

Los actores participantes en el proceso de reparto pueden ser prosumidores, operadores DER, DSO (distribuidores) y proveedores de servicios de valor añadido en el dominio energético.

La investigación de SHAR-Q y las actividades de innovación serán dirigidas por la opinión de actores implicados en el Marco de Asesores Interesados. Sus respuestas serán cuidadosamente monitorizadas a lo largo de la duración del proyecto. La viabilidad de los modelos de negocio colaborativos será probada a través de servicios de valor añadido como servicios meteorológicos para energías renovables, servicios para la proporción óptima de capacidades EES y RES y recarga flexible de vehículos eléctricos (EVS) y servicios de vehículos a la red (V2G).

 
 
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