La UE tiene que mejorar la tecnología del almacenamiento energético para alcanzar sus objetivos de emisiones

Un hombre carga su coche eléctrico, imagen que forma parte de la portada del documento del Tribunal de Cuentas Europeo.

Si la Unión Europea quiere alcanzar los objetivos que se ha propuesto frente al cambio climático necesita un mejor almacenamiento energético, según el informe «El apoyo de la UE al almacenamiento de energía» del Tribunal de Cuentas Europeo, en el que identifica varios desafíos tecnológicos a los que hacer frente y advierte de que la UE va con retraso con respecto a sus competidores internacionales en cuanto a la capacidad de fabricación de baterías.

El documento informativo sobre el apoyo que hasta ahora ha presentado la Unión Europea al sector de la tecnología de almacenamiento energético ha sido elaborado por el Tribunal de Cuentas Europeo.

El desarrollo de tecnologías de almacenamiento es clave para una transición a las energías renovables ya que ofrecen una respuesta flexible a los desequilibrios que provocan las fuentes de energía limpia en la red eléctrica. De ahí la importancia de apoyar el desarrollo y la implantación del almacenamiento. Según los auditores, la UE tiene que diseñar una estrategia común para el almacenamiento, hacer un uso eficaz de la investigación y la innovación y establecer un marco legislativo de apoyo.

Si bien desde el Tribunal de Cuentas Europeo señala que la UE ya ha adoptado medidas para desarrollar un marco estratégico para el almacenamiento, «existe el riesgo», apunta Phil Wynn Owen, uno de los responsables del informe, de que «no sean suficientes para lograr los objetivos estratégicos de la UE en materia de energías limpias».

Capacidad de fabricación insuficiente

El documento afirma que la capacidad de fabricación de baterías de ion-litio (como las empleadas en los vehículos eléctricos) de la UE se está desarrollando más tarde que en otras regiones del mundo líderes en el sector. Como la UE no entrará en el mercado de fabricación de baterías en calidad de pionera, puede tener dificultades para generar una ventaja competitiva.

Al mismo tiempo, la Alianza Europea de Baterías, establecida con el fin de crear una capacidad de fabricación de baterías competitiva y sostenible en Europa, se centra, en gran medida, en tecnologías existentes más que en otras más avanzadas, y corre el riesgo de no lograr sus ambiciosos objetivos, según el informe.

Retos a superar

Aunque los auditores reconocen que la Comisión ha adoptado medidas para simplificar el programa de investigación Horizonte 2020, señalan que aún se puede reducir la complejidad de la financiación de la Unión en materia de investigación y aumentar la participación de empresas innovadoras.

Hasta la fecha, los inversores en soluciones de almacenamiento en la red eléctrica han afrontado obstáculos, pero la nueva legislación debería ayudar a superarlos, afirman los auditores. No obstante, en cuanto a la movilidad eléctrica, advierten de que la implantación tardía y poco coherente de las infraestructuras de recarga podría retrasar la adopción generalizada de los vehículos eléctricos.

El informe de los auditores establece que la UE debe hacer frente a una serie de desafíos que permitirán apoyar las tecnologías de almacenamiento, como garantizar una estrategia común coherente, eliminar los obstáculos para los inversores, desarrollar infraestructuras de combustibles alternativos, apoyar la investigación y la innovación en tecnologías de almacenamiento e implantarlas.

 
 
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