El informe ‘World Energy Outlook 2020’ se centra en el impacto de la pandemia

Portada del informe

La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado el informe ‘World Energy Outlook 2020’. La nueva publicación se centra en el periodo de los próximos 10 años, explorando en detalle los impactos de la pandemia de la COVID-19 en el sector energético y las acciones a corto plazo que podrían acelerar las transiciones de energía limpia. El documento proporciona el último análisis de la IEA sobre el impacto de la pandemia: la demanda mundial de energía se reducirá en un 5% en 2020, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía en un 7% y la inversión en energía en un 18%.

El documento pronostica que la demanda mundial de energía se reducirá en un 5% en 2020 y la inversión en energía en un 18%.

El informe de la AIE explora diferentes vías para salir de la crisis de la COVID-19, con un enfoque centrado en los próximos diez años, hasta 2030. En concreto muestra cuatro escenarios: Escenario de Políticas Declaradas (STEPS), Escenario de Recuperación Retrasada (DRS), Escenario de Desarrollo Sostenible (SDS) y el Escenario de emisiones netas cero para 2050 (NZE2050).

Entre otros aspectos, en el Escenario de Políticas Declaradas, que refleja las intenciones y los objetivos de las políticas anunciadas ahora, la demanda mundial de energía se recupera a su nivel anterior a la crisis a principios de 2023. Sin embargo, esto no sucede hasta 2025 en el caso de una pandemia prolongada y una recesión más profunda, como se muestra en el Escenario de Recuperación Retrasada.

Protagonismo de las renovables e inversión en redes eléctricas

Las energías renovables toman un papel protagonista en todos los escenarios del informe, con la energía solar en el centro. En el Escenario de Políticas Declaradas, las energías renovables cubren el 80% del aumento de la demanda mundial de electricidad durante la próxima década. La energía hidroeléctrica sigue siendo la mayor fuente renovable, pero la energía solar es la principal fuente de crecimiento, seguida de la energía eólica terrestre y marina.

Cambio en la generación de electricidad mundial por fuente y escenario, 2000-2040. Fuente: IEA.

Asimismo, el informe defiende que el fuerte crecimiento de las energías renovables debe ir acompañado de una sólida inversión en redes eléctricas. Sin una inversión suficiente, las redes serán un eslabón débil en la transformación del sector energético, con implicaciones para la confiabilidad y la seguridad del suministro eléctrico.

En el Escenario de Desarrollo Sostenible, que muestra cómo encaminar al mundo hacia la consecución de los objetivos de energía sostenible en su totalidad, la implementación completa del Plan de Recuperación Sostenible de la IEA lleva a la economía energética global por un camino diferente después de la crisis. Además del rápido crecimiento de las tecnologías de energía solar, eólica y de eficiencia energética, los próximos 10 años verían una gran ampliación de la captura, utilización y almacenamiento de hidrógeno y carbono, y un nuevo impulso detrás de la energía nuclear.

Por otro lado, la IEA apuesta en su informe por la reducción de las emisiones de la infraestructura energética existente, como plantas de carbón, acerías y fábricas de cemento. De lo contrario, indican que los objetivos climáticos internacionales quedarán fuera de alcance, independientemente de las acciones en otras áreas. Un nuevo análisis detallado en el informe muestra que si la infraestructura energética actual continúa funcionando de la misma manera que lo ha hecho hasta ahora, ya se mantendría en un aumento de temperatura de 1,65 °C.

En medio de la incertidumbre causada por la pandemia, el informe subraya que se necesita un aumento en las políticas energéticas bien diseñadas para encaminar al mundo hacia un sistema energético resiliente que pueda cumplir los objetivos climáticos.

 
 
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