Iberdrola ha lanzado un plan de inversión de 75.000 millones de euros para el periodo 2020-2025 con el objetivo de aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo. Más del 90% del volumen de inversión se destinará a consolidar su modelo de negocio, basado en más energías renovables, redes, almacenamiento y soluciones inteligentes para sus clientes.
El plan de inversión de Iberdrola para el periodo 2020-2025 irá dirigido principalmente a renovables, que representarán un 51% de las inversiones orgánicas, unos 34.680 millones de euros; y a redes, que coparán un 40%, alrededor de 27.200 millones. El resto corresponde a la adquisición de la compañía americana PNM Resources.
Las inversiones están focalizadas en países con ambiciones climáticas y rating A, en línea con la estrategia de la compañía energética de apostar por este tipo de mercados. De esta manera, a España irán destinados cerca de 14.300 millones de euros de inversión, un 21% del total del grupo y que representa un incremento del 60% frente al plan anterior. En este mercado, más de 7.000 millones se dirigirán a renovables y más de 4.500 millones a redes.
Por su parte, Estados Unidos y Reino Unido concentran 34.000 millones de euros de la inversión, un 50% del total. Crece la apuesta por otras áreas internacionales con inversiones por más de 11.000 millones de euros. Del total, el 83% de las inversiones van dirigidas a países con rating A.
Inversiones en renovables
Las inversiones en renovables permitirán a Iberdrola alcanzar los 60 GW en 2025, después de llegar a los 44 GW de capacidad instalada en 2022. Esto supondrá duplicar su potencia actual, dando un gran impulso a la tecnología eólica marina, con 4 GW al final del periodo, una tecnología que aporta cinco veces el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones/megavatio (EBITDA/MW) frente a la energía solar fotovoltaica y tres veces la energía eólica terrestre. El plan le permitirá crecer también en solar fotovoltaica, con una previsión de 16 GW instalados al final del periodo, y reforzar su liderazgo en eólica terrestre e hidroeléctrica, con 26 GW y 14 GW instalados en 2025, respectivamente.
Para materializar el plan, Iberdrola parte de una posición en la industria con un total de 70,5 GW distribuidos por sus áreas tradicionales reforzadas este año y con nuevos mercados como Australia, Japón y Suecia, y principales tecnologías: 30,7 GW son fotovoltaicos; 20,2 GW, eólicos marinos y 16,3 GW, terrestres. En la actualidad, la compañía avanza en la construcción de 7 GW y tendría hasta 11 GW en ejecución en 2025.
Más inversiones en redes
Iberdrola destinará un 40% de sus inversiones orgánicas a redes, con las que situará la base de activos regulados del grupo en 47.000 millones de euros en 2025, es decir, 1,5 veces su valor actual. Esta cifra contempla inversiones en transmisión, que alcanzarán los 4.000 millones.
En su plan para digitalizar sus redes como elemento clave para promover las redes inteligentes y garantizar la incorporación masiva de renovables en un futuro próximo, al final del periodo Iberdrola habrá instalado más de 21 millones de contadores inteligentes y un 83% de sus activos estarán en países con Rating A. En este sentido, a finales de 2025 la compañía también elevará a 60 millones los contratos con clientes en el mundo -frente a los 42 millones al cierre de 2019-, a los que ofrecerá soluciones inteligentes e innovadoras en el ámbito industrial y residencial: almacenamiento de energía y bomba de calor, autoconsumo y movilidad eléctrica.
El hidrógeno verde se convierte en un vector estratégico para el segmento industrial. En línea con los planes de recuperación europeos, la compañía prevé la instalación de 600 MW de hidrógeno verde de cara a 2025 -serán 800 MW a 2027, junto a Fertiberia- y producirá 15.000 toneladas de hidrógeno renovable.
Y en la presentación de las previsiones operativas y financieras para el periodo 2020-2025 y, en el marco de los objetivos climáticos de sus principales mercados, la compañía ha avanzado un horizonte a diez años, en el que elevaría a 95 GW su capacidad renovable instalada tras multiplicar por 2,5 su potencia eólica terrestre y solar y por 4,5 la marina, así como por dos sus activos regulados hasta los 60.000 millones de euros a 2030. Al final de este periodo, crecerían hasta 85.000 las toneladas de hidrógeno verde.