El Govern de les Illes Balears, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), el Consell de Mallorca, el Ayuntamiento de Alcúdia, Red Eléctrica y la plataforma de Vecinos de Alcúdia Afectados por el Cable (VAAC) han llegado a un acuerdo unánime para un nuevo trazado terrestre para el segundo enlace eléctrico entre la Península y las Islas Baleares. La característica principal del recorrido por tierra del futuro enlace es que reduce significativamente el paso por zonas residenciales, al haberse habilitado el uso de carreteras y viales públicos por las administraciones involucradas.
En un acto celebrado la semana pasada en el Ayuntamiento de Alcúdia con la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor; el subsecretario del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Miguel González Suela; el consejero de Empresa, Autónomos y Energía del Govern de les Illes Balears, Alejandro Sáenz de San Pedro; el consejero de Territorio, Movilidad e Infraestructuras del Consell de Mallorca, Fernando Rubio; la alcaldesa de Alcúdia, Fina Linares, y representantes de la plataforma vecinal, se ha detallado el nuevo recorrido por tierra del futuro enlace.
El trazado terrestre acordado se concreta tras meses de trabajo de la mesa constituida. Durante este tiempo, se han analizado distintas alternativas hasta llegar a la opción que, además de contar con el aval técnico, ambiental y normativo, ha concitado el mayor apoyo social.
Trazado terrestre para la interconexión
Los trabajos de la mesa se han centrado en la definición de un trazado terrestre alternativo para la interconexión, ya que se partía de un consenso previo sobre la ubicación de la estación conversora en el polígono de Na Lloreta y también respecto del punto de aterraje del enlace por Sa Ferradura, entre las bahías de Alcudia y Pollença.
Este punto de aterraje, el lugar de entrada del cable al mar, es el de menor impacto ambiental, tras el análisis de hasta 13 alternativas de entre las propuestas por Red Eléctrica y las diferentes administraciones autonómicas y locales.
Partiendo del punto de aterraje en la zona de Sa Ferradura, el trazado terrestre alternativo avanza hacia el camí de Salou, enlaza con la carretera MA-3460, continúa por la pista forestal existente del Puig de Sant Martí y finaliza en el polígono de Na Lloreta, donde se ubicará la estación conversora. Este emplazamiento se sitúa en una zona industrial, antropizada y muy próxima a la subestación existente de Sant Martí 220/66 kV.
Además, gracias al nuevo trazado, se reduce en un 67% el paso por zonas residenciales, al aprovechar al máximo caminos públicos y carreteras ya existentes. Y tanto el punto de aterraje como el trazado terrestre se compatibilizan con la futura interconexión eléctrica entre Mallorca y Menorca.
Esta nueva alternativa de trazado se ha formalizado mediante una actualización del proyecto y del estudio de impacto ambiental que han sido presentados ante el Miteco por parte de Red Eléctrica. Dicha actualización deberá someterse a un nuevo proceso de información pública, evaluación ambiental y tramitación administrativa para la obtención de la DIA (Declaración de Impacto Ambiental) y las preceptivas autorizaciones.
Segundo enlace eléctrico entre la Península y Baleares
El futuro segundo enlace entre la Península y las Islas Baleares unirá la estación conversora de Fadrell, en Castellón, con la nueva estación conversora de Sant Martí. Constará de un enlace submarino-subterráneo 2*200 MW en corriente continua y una longitud aproximada de 400 kilómetros, de los cuales 390 km son submarinos y el resto soterrados.
La segunda interconexión es un proyecto estratégico para el sistema eléctrico balear en su conjunto, ya que todas sus islas están actualmente interconectadas entre sí. Los beneficios de la primera interconexión, en servicio desde 2012, se verán más que duplicados con el segundo enlace. Ambos enlaces podrán suministrar el 65% de la demanda de Baleares, lo que supondrá una reducción de más de 900 mil toneladas anuales de emisiones de CO2 y un ahorro de costes del sistema eléctrico del entorno de los 150 millones de euros al año.