Un total de 650 millones de euros es el importe de los dos préstamos que han firmado el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y Endesa para apoyar las inversiones de la compañía eléctrica en el fortalecimiento, la modernización y la digitalización de la red eléctrica española. Con esta financiación, se espera impulsar las inversiones en seis comunidades autónomas, fortaleciendo la expansión y la resiliencia de la red de distribución de electricidad, mejorando la seguridad del suministro y promoviendo la integración de energías renovables.
Por un lado, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España canalizará los fondos Next Generation EU del Plan de Recuperación español a través del Fondo de Resiliencia Autonómica (FRA) para financiar un préstamo de 500 millones de euros a Endesa. Y, por otro lado, el BEI financia un segundo préstamo de 150 millones de euros a Endesa con cargo a sus propios fondos, correspondiente a un primer tramo de un paquete de financiación total de 500 millones de euros aprobado por el BEI.
Contadores inteligentes, transformadores avanzados y software
La financiación se utilizará, entre otras cuestiones, para instalar contadores inteligentes y dispositivos de medición, implementar transformadores avanzados que puedan gestionar mejor las fluctuaciones del suministro eléctrico, instalar software para digitalizar completamente la red eléctrica, construir nuevas subestaciones eléctricas y tender nuevos cables subterráneos.
Con el apoyo de ambos préstamos, el proyecto fortalecerá aún más la resiliencia de la red eléctrica y mejorará la seguridad del suministro eléctrico. Esto se produce en un contexto de fenómenos naturales adversos recurrentes relacionados con el cambio climático, el aumento de la demanda de electricidad impulsado por la electrificación de la economía y una proporción cada vez mayor de electricidad generada a partir de fuentes renovables.
El acuerdo de financiación también subraya el compromiso del BEI y del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa con la cohesión económica, social y territorial, destinando más de la mitad de la inversión total a las regiones de la cohesión, donde la renta per cápita es inferior a la media de la UE.