España, con 7.221 MW de nueva potencia instalada y un acumulado de 40.294 MW, se mantuvo a cierre de 2024 entre los 10 principales mercados mundiales, en un año en el que la energía fotovoltaica se consolidó como la tecnología renovable con mayor nueva potencia instalada en el mundo, con 602 GWp de nueva capacidad global y alcanzando un total acumulado de 2.246 GWp en todo el mundo. Son algunos de los datos relevantes del Informe Anual de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), elaborado con la colaboración de la Universidad de Castilla-La Mancha.

El informe de este año, bajo el título ‘La energía fotovoltaica, motor de industrialización’, ofrece un análisis profundo de la situación de la industria fotovoltaica en España y en el contexto internacional.
Respecto a la energía fotovoltaica en España, las cifras del informe muestran que durante el año 2024 se añadieron 6.039 MW de nueva potencia fotovoltaica en suelo en España, llegando a un acumulado de 32.157 MW. No obstante, el documento revela que el sector del autoconsumo ha enfrentado dificultades, registrando una caída del 31% en la potencia instalada respecto a 2023.
Los 1.182 MW instalados durante el año pasado, elevan el total acumulado de autoconsumo fotovoltaico a 8.137 MW. En este sentido, UNEF destaca que se trata de una realidad que recuerda que, aunque se ha avanzado de manera significativa, España aún está lejos de los 19 GW que establece el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030 en autoconsumo.
Aumento de las comunidades energéticas
El informe anual de UNEF revela que las comunidades energéticas continuaron aumentando el año pasado. Según sus cifras, en 2024 se identificaron 659 proyectos activos, frente a unos 500 estimados el año anterior. Mientras que en materia de almacenamiento, España acumuló 2.205 MWh de capacidad detrás del contador desde 2022, aunque el ritmo de instalación se redujo un 34% en 2024 respecto al año anterior. Según el informe, existen ya más de 9,5 GW de almacenamiento con permisos de acceso, pero es necesario acelerar la regulación para su desarrollo a gran escala.
Por otro lado, en términos económicos, la energía fotovoltaica generó en 2024 una aportación al PIB nacional de 10.694 millones de euros, lo que representa en torno al 0,7% del PIB español. Según el informe, el sector también sigue contribuyendo significativamente a la balanza comercial española. Con una industria exportadora fuerte en segmentos como inversores, seguidores solares y estructuras, el año pasado la industria fotovoltaica española exportó 3.400 millones de euros. Un dato que, según UNEF, aunque supone un ligero descenso del 5,7%, sigue siendo significativo.
En términos de empleo, a cierre de 2024 el sector fotovoltaico acumulaba un total de 146.764 empleos en España, incluyendo empleos directos, indirectos e inducidos. Y las empresas del sector fotovoltaico destinaron 521 millones de euros a la I+D+i, lo que supuso una intensidad de innovación del 3,78% sobre sus ingresos. Aunque el porcentaje total de gasto en I+D+i haya bajado ligeramente con respecto a 2023, sigue suponiendo más del doble que la media de las empresas españolas (1,61%) y se sitúa muy por encima del promedio de la industria nacional (1,36%). Unas cifras que destacan desde UNEF al demostrar el destacado efecto tractor del sector sobre el conjunto del tejido económico e industrial español.
En la presentación del informe este martes, desde UNEF se destacó que, aunque la potencia instalada en suelo apunta a un posible récord en 2025, los números esconden una realidad compleja para 2026. Los principales retos que apuntan para el sector fotovoltaico son el incremento de las horas cero y los vertidos técnicos y económicos, el despliegue del almacenamiento, y la integración social de los proyectos, entre otras cuestiones.