En línea con los objetivos del Pacto Industrial Limpio, la Comisión Europea ha aprobado un programa español de 408 millones de euros destinado a apoyar la descarbonización de la industria manufacturera. Esta medida contribuirá a la transición hacia una economía de cero emisiones netas. La finalidad es apoyar la descarbonización de los procesos de fabricación en las instalaciones existentes gracias a inversiones que contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las actividades industriales.

En junio de este año, la Comisión Europea adoptó el Marco de Ayudas Estatales del Pacto Industrial Limpio (CISAF) para fomentar medidas de apoyo en sectores clave para la transición hacia una economía con emisiones netas cero, en línea con el Pacto Industrial Limpio.
El CISAF permite diferentes tipos de ayudas, que los Estados miembros pueden conceder hasta el 31 de diciembre de 2025, incluidas medidas para acelerar el despliegue de energías renovables; medidas de alivio temporal en el precio de la electricidad para consumidores electrointensivos; medidas que facilitan la descarbonización de procesos industriales; medidas para garantizar suficiente capacidad de fabricación de tecnología limpia; y medidas para reducir el riesgo de inversiones privadas necesarias para energías limpias, descarbonización industrial, fabricación de tecnología limpia, ciertas infraestructuras energéticas y economía circular.
El programa español ha sido aprobado en virtud del CISAF. En este marco, España notificó a la Comisión Europea el programa de 408 millones de euros para la descarbonización de la industria manufacturera, el cual se financiará íntegramente por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), tras la evaluación positiva de la Comisión Europea sobre el plan de recuperación y resiliencia de España y su adopción por el Consejo Europeo.
Descarbonización de la industria manufacturera
A través del programa, España prevé una reducción anual de las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 1,6 megatoneladas de CO2. La medida apoyará inversiones en tecnologías como la electrificación, la transición al hidrógeno renovable o con bajas emisiones de carbono, la recuperación del calor residual, o la captura, almacenamiento y utilización de carbono, en una amplia gama de sectores, como los productos químicos, la cerámica, el papel y la metalurgia. En virtud de este régimen, las ayudas serán en forma de subvenciones directas, disponibles para empresas de todos los tamaños. El esquema se abre tanto a instalaciones y sectores incluidos en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión como a los que quedan fuera de este sistema.
La Comisión Europea ha constatado que el programa español se ajusta a las condiciones de las secciones 3 y 5 del CISAF. El importe de la ayuda se calculará en función de los costes de inversión elegibles y de intensidades de ayuda predefinidas, expresadas como porcentaje de los costes subvencionables. Las subvenciones se concederán por orden de llegada hasta agotar el presupuesto disponible.
Los proyectos apoyados deberán estar en funcionamiento como máximo 60 meses después de la concesión de la ayuda. Para limitar distorsiones indebidas de competencia, las normas del CISAF prohíben utilizar estas subvenciones directas para financiar incrementos de capacidad productiva. Además, el importe máximo por empresa y por proyecto quedará limitado a 200 millones euros.
Además, la Comisión Europea ha concluido que el programa español es necesario, adecuado y proporcionado para acelerar la transición hacia una economía con emisiones netas cero y facilitar el desarrollo de ciertas actividades económicas importantes para la implementación del Pacto Industrial Limpio. Esto está en línea con el artículo 107, apartado 3, letra c del Tratado de Funcionamiento de la UE y las condiciones establecidas en el CISAF. Sobre esta base, la Comisión aprobó la medida de ayuda conforme a las normas de ayudas estatales de la UE.