Red Eléctrica prevé realizar inversiones en torno a los 4.700 millones de euros en el período 2014-2019, tal y como recoge el Plan Estratégico de la compañía, según ha afirmado su presidente, José Folgado, en un encuentro informativo previo a la Junta General de Accionistas. La empresa, que obtuvo un beneficio neto en 2014 de 718 millones de euros, invirtió el pasado año en la red de transporte 492,6 millones de euros, lo que supuso la puesta en servicio de 600 km de circuitos de nuevas líneas y 95 posiciones de subestación, incrementándose la capacidad de transformación en 3.250 MVA. En la Junta General de Accionistas, se propone una política de remuneraciones de los consejeros por un plazo de tres años, así como la congelación de la cuantía global de la retribución del Consejo. Además, se propone la aprobación de un dividendo anual de 3 euros por acción, así como la ratificación de José Luis Feito y Santiago Lanzuela como consejeros independientes.
José Folgado ha presentado los resultados de la compañía del año 2014, así como las líneas estratégicas básicas y los objetivos financieros recogidos en su Plan Estratégico 2014-2019, además de explicar los avances en materia de responsabilidad corporativa y buen gobierno, y de analizar los principales retos de futuro. El presidente ha ligado la situación de la compañía al contexto económico en el que desarrolla su actividad, al nuevo rumbo que ha tomado la política energética europea y a la profunda reforma regulatoria del sector eléctrico llevada a cabo por el Gobierno.
El resultado del ejercicio alcanza los 718 millones, un 35,7% más que en 2013 debido a dos hechos excepcionales: el cobro de 52 millones de euros relativo al acuerdo alcanzado con el Gobierno de Bolivia en relación con Transportadora de Electricidad (TDE) y la reforma fiscal. Eliminando estos efectos, así como el efecto de la operación de Adif, el crecimiento alcanzado por la actividad ordinaria de la compañía ha sido de un 5,4%.
En el año 2014, la Unión Europea ha dado un fuerte impulso a las interconexiones internacionales con el fin de lograr la plena integración del mercado interior de la electricidad. Las inversiones en las islas también han sido una apuesta en 2014, destacando el inicio de la interconexión submarina Mallorca-Ibiza, que reforzará el proceso de integración eléctrica de las Islas Baleares con el sistema peninsular y será fundamental para garantizar la fiabilidad del suministro en el archipiélago, ahorrando además costes al sistema y favoreciendo la competencia en la generación de energía en las islas.