La Comisión Europea presentó ayer el Pacto Verde Europeo para hacer que la economía de la UE sea sostenible y lograr convertirse en el primer continente neutral en clima para el año 2050. Este plan incorpora una hoja de ruta con una serie de actuaciones para impulsar el uso eficiente de los recursos mediante el paso a una economía limpia y circular y detener el cambio climático, revertir la pérdida de biodiversidad y reducir la contaminación. El Pacto Verde Europeo abarca todos los sectores de la economía, especialmente, entre otros, el de la energía.
En materia de energía limpia, el acuerdo establece que la descarbonización del sistema energético de la Unión Europea es fundamental para alcanzar los objetivos climáticos. Se apuesta por priorizar la eficiencia energética y por el desarrollo de un sector de energía basado en gran parte en fuentes renovables, además de por un suministro de energía seguro y asequible, y un mercado energético europeo totalmente integrado, interconectado y digitalizado.
También se determina que la Comisión Europea hará propuestas para aumentar la ambición climática para el año 2030 en la UE. Entre otras cosas, se indica que los Estados miembros actualizarán sus planes nacionales de energía y clima en 2023 para reflejar la nueva ambición climática.
Inversiones e instrumentos de financiación
El Pacto Verde Europeo describe las inversiones necesarias y los instrumentos de financiación disponibles, define los medios para reducir las emisiones y explica cómo garantizar una transición justa e integradora. Además de la energía, también aborda otros ámbitos de la economía, como el transporte, la agricultura, los edificios y las industrias, como las de la siderurgia, el cemento, las TIC, los textiles y los productos químicos.
La Comisión Europea ha solicitado al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo que refrenden este pacto de la Comisión para la economía y el medio ambiente futuros de Europa, y propondrá las medidas anunciadas en la hoja de ruta del Pacto Verde Europeo.
La consecución de los objetivos de este pacto exigirá una inversión significativa. Se calcula que cumplir los objetivos actuales en materia de clima y energía para 2030 requerirá 260.000 millones de euros de inversión anual adicional, lo que representa aproximadamente el 1,5 % del PIB de 2018, para lo que habrá que movilizar a los sectores público y privado.