Primera instalación fotovoltaica de autoconsumo comunitario en Cartagena, de la mano de egresados de la UPTC

Dos jóvenes ingenieros formados en la Universidad Politéctica de Cartagena (UPCT) han instalado en Cartagena (Murcia) un sistema de generación de energía fotovoltaica para dar servicio a una comunidad de vecinos. Se trata de la primera instalación de este tipo en la ciudad que se beneficiará del decreto ley que desde el pasado año regula y facilita el autoconsumo eléctrico comunitario.

La instalación fotovoltaica en la azotea de la comunidad de vecinos de Cartagena reducirá en un 49% la huella de carbono.

El edificio, de 24 viviendas, reducirá en un 63% la factura de luz y en un 49% la huella de carbono al utilizar placas solares para generar la electricidad que consumen el ascensor, las luces de los pasillos y las bombas de agua del inmueble, entre otras instalaciones eléctricas de uso común. La comunidad de vecinos ha invertido unos 3.000 euros, que amortizará en apenas tres años.

Autoconsumo compartido

Los jóvenes ingenieros, Gonzalo Cruzado y Miguel Martínez, fundadores de la empresa Crusol, expusieron el proyecto en una junta de vecinos del inmueble, anticipando los resultados de la instalación fotovoltaica a largo plazo y calculando todas las posibles facturas. «El resultado de la instalación en las zonas comunes demostrará su rentabilidad y facilitará que los vecinos decidan extenderla para cubrir también la electricidad consumida en las viviendas», explica Gonzalo Cruzado, recordando que basta con que apuesten por la fotovoltaica un 33% de los propietarios. El coste medio por vivienda para incorporarse al autoconsumo es de unos mil euros.

Los exalumnos de la UPCT destacan que aunque se pongan paneles fotovoltaicos, el edificio sigue conectado a la red eléctrica, por lo que no necesita baterías, y la energía generada pero no consumida en el inmueble es vertida y vendida en la red. También explican que promover el autoconsumo eléctrico, la sostenibilidad y la eficiencia energética a través de su empresa Crusol,  creada hace unos meses, es su forma de retornar a la sociedad la inversión en su educación universitaria. Ambos abogan por cambiar el paradigma del sistema energético, para que «las ciudades dejen de ser sumideros eléctricos y se conviertan en generadoras de energía».

La empresa cuenta ya con una cartera de medio centenar de clientes y ha realizado instalaciones fotovoltaicas en viviendas individuales antes de protagonizar el primer hito del autoconsumo comunitario en Cartagena.

 
 
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