Los países europeos lideran el Índice de Transición Energética del Foro Económico Mundial

El Foro Económico Mundial, en colaboración con Accenture, ha publicado la última edición de ‘Fostering Effective Energy Transition 2021‘, un informe en el que se defiende que a medida que los países continúan su progreso en la transición hacia la energía limpia, es fundamental impulsar la transición en las prácticas económicas, políticas y sociales para garantizar que el progreso sea irreversible. Los países nórdicos europeos, incluidos Suecia, Noruega y Dinamarca, han mantenido sus posiciones de liderazgo en el Índice de Transición Energética (ETI, por sus siglas en inglés, Energy Transition Index), impulsados por un fuerte progreso en la sostenibilidad ambiental.

El informe analiza los resultados del Índice de Transición Energética 2021. Fotos: Foro Económico Mundial.

El informe analiza los hallazgos clave del Índice de Transición Energética 2021. El índice compara a 115 países sobre el desempeño actual de sus sistemas energéticos en las tres dimensiones del triángulo energético: indicadores de desarrollo y crecimiento económico, sostenibilidad medioambiental, acceso a la energía y seguridad, y su disposición para la transición a sistemas energéticos seguros, sostenibles, asequibles e inclusivos.

El informe de este año utiliza una metodología ETI revisada, que tiene en cuenta los cambios recientes en el panorama energético global y la creciente urgencia de la acción contra el cambio climático.

El marco ETI se compone de dos subíndices ponderados: el rendimiento actual del sistema energético y el entorno para la transición energética.

Esta edición del informe marca el décimo aniversario del Energy Transition Index. En la última década se ha consolidado una aceleración sin precedentes de la transición energética, gracias al gran aumento de la penetración de las energías renovables (en particular la energía eólica y solar) y los importantes avances logrados en el acceso a la energía, cambios motivados por el desarrollo tecnológico y el apoyo político. Sin embargo, siguen existiendo algunos desafíos para la generación de energía sostenible y asequible al tiempo que se mejora el acceso y la seguridad. Solo 13 de los 115 países han logrado avances constantes en las puntuaciones del índice ETI en la última década, lo que muestra que el progreso ha sido desigual.

Resultados del Índice de Transición Energética

Los resultados reflejan que 92 de los 115 países del índice aumentaron su puntuación en los últimos 10 años. Se registraron importantes mejoras en los ámbitos de sostenibilidad ambiental y acceso a la energía y seguridad.

Este mapa muestra la progresión de la puntuación ETI de los países entre los años 2012 y 2021.

Las cifras positivas revelan que ocho de las diez mayores economías se han comprometido a alcanzar metas netas cero para mediados de siglo. A pesar de la pandemia, la inversión global anual en la transición energética en 2020 superó los 500.000 millones de dólares por primera vez. El número de personas sin acceso a la electricidad se ha reducido a menos de 800 millones, en comparación con los 1.200 millones de personas hace 10 años (2010). El aumento de la capacidad de energía renovable ha ayudado a los países importadores de energía a lograr beneficios en materia de sostenibilidad ambiental y seguridad energética.

Sin embargo, los resultados también muestran que solo el 10% de los países pudieron obtener puntaciones constantes en el Índice de Transición Energética durante la última década, lo que demuestra la complejidad del desafío de la transición energética y la necesidad de renovar el enfoque y resiliencia para alcanzar los objetivos climáticos de la próxima década.

Los países en el índice

El informe de este año muestra el progreso durante la última década. La lista de los mejores se ha mantenido durante este período. Los 10 principales países del índice ETI 2021 son los países de Europa occidental y del norte, que han logrado importantes mejoras en la sostenibilidad ambiental, específicamente en la disminución de la intensidad de carbono de su combinación energética, respaldadas por un fuerte compromiso político e inversiones en la transición energética.

El índice compara a 115 países sobre sus sistemas energéticos.

Por cuarto año consecutivo, Suecia lidera el índice, seguida de Noruega y Dinamarca. Los países europeos copan 18 puestos entre los 20 primeros clasificados en el ranking. España ocupa la 17ª posición (siete puestos por encima del pasado año), con 68 puntos, diez menos que Suecia.

Suecia, Noruega y Dinamarca mantienen sus posiciones de liderazgo en el Índice de Transición Energética (ETI).

El progreso de Reino Unido (en el puesto 7), Francia (en el 9) y Alemania (en la 18ª posición) está respaldado por un sólido desempeño en la dimensión de sostenibilidad ambiental.

España ocupa la 17ª posición en el índice, con 68 puntos, diez menos que Suecia.

Por su parte, Estados Unidos (24) e Italia (27) han mejorado en las tres dimensiones del triángulo de la energía, y Japón (37) registró mejoras moderadas en su puntuación, principalmente debido a fuertes disminuciones en el consumo de energía per cápita como resultado de las mejoras en la eficiencia energética. Además, cabe destacar que China (68) e India (87), que en conjunto representan un tercio de la demanda mundial de energía, han logrado mejoras significativas durante la última década, a pesar de que el carbón continúa desempeñando un papel importante en su combinación energética.

Entre los países exportadores de materias primas, Canadá (22), Australia (35), Rusia (73) y Arabia Saudí (81) son líderes a nivel mundial en las dimensiones de seguridad y acceso a la energía, debido a las abundantes reservas nacionales. Sin embargo, han mostrado trayectorias divergentes durante la última década.

Recomendaciones para la resiliencia de la transición energética

A pesar del impulso creciente, el progreso en la transición energética requiere una mayor aceleración. Por esta razón, y considerando el impacto de la pandemia de la COVID-19, el informe ‘Fostering Effective Energy Transition 2021′ destaca que es fundamental centrarse en la resiliencia de la transición energética.

El informe muestra las dimensiones de la resiliencia de la transición energética.

El documento ofrece tres recomendaciones para aumentar la resiliencia del proceso de transición energética. La primera de ellas se basa en buscar una transición justa para todos. Se sostiene que los responsables de la formulación de políticas deberían priorizar las medidas para apoyar la economía y la sociedad en general a medida que los países cambian a un sistema energético bajo en carbono.

La segunda recomendación apuesta por acelerar la electrificación y el despliegue de las energías renovables, pilares fundamentales de la transición energética que deben incrementarse rápidamente. Se necesita una mayor financiación de I+D y colaboración intersectorial para descarbonizar completamente los sistemas de energía, desde tecnologías de hidrógeno verde y de emisiones negativas hasta la optimización de la demanda habilitada digitalmente.

‘Fostering Effective Energy Transition 2021’ ofrece recomendaciones para mejorar la resiliencia de la transición energética.

En tercer lugar, el informe insta a redoblar la colaboración entre el sector público y el privado, lo que atraerá las fuentes de capital necesarias para inversiones de varias décadas en los sistemas energéticos.

El Foro Económico Mundial destaca que las acciones que se desarrollen en los primeros años de esta década serán esenciales, al igual que resulta fundamental fijar la transición energética en las prácticas económicas, políticas y sociales para que el progreso sea irreversible.

 
 
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