La región de Andalucía ha instalado 670 nuevos MW renovables en el primer semestre de este año, lo que eleva la potencia verde instalada en la comunidad hasta los 10.868 MW, un 7% más que al cierre de 2022. Según los datos ofrecidos por el consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, en su visita al parque eólico experimental Guadix, los 670 nuevos MW instalados corresponden en su gran mayoría a tecnología fotovoltaica (568 MW) y eólica (102 MW).
Se trata de una nueva potencia que podrá generar anualmente el equivalente al consumo eléctrico de unos 300.000 hogares y evitar la emisión a la atmósfera de más de 400.000 toneladas de CO2.
Además, esta potencia instalada otorga a la comunidad andaluza capacidad para suministrar con fuentes limpias el 62% de toda la energía eléctrica que demandan anualmente hogares, servicios, empresas e industrias. En términos interanuales (entre junio de 2022 y junio de 2023), se han instalado 1.521 MW renovables, lo que representa un crecimiento del 16,3%.
Por tecnologías, la energía solar fotovoltaica alcanza los 5.271 MW a cierre de junio de 2023 y supone el 48,5% de la potencia renovable de la región. Le sigue la energía eólica, con 3.637 MW (el 33,5% de la potencia renovable total), y la energía termosolar, que supone el 9,2%. Las centrales hidráulicas representan el 6%, mientras que el 2,8% procede de las plantas de generación eléctrica con biomasa y biogás. Según los datos de la Junta de Andalucía, en total, las energías limpias representan en la actualidad el 57,5% de la potencia total instalada para la generación eléctrica en Andalucía.
Parque eólico experimental de Guadix
El consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, visitó la semana pasada el parque eólico experimental de Guadix, ubicado en este término municipal granadino. El prototipo consta de un aerogenerador con 3,5 MW de potencia, cuyas palas tienen una longitud de 70 metros cada una de ellas.
Se trata de un proyecto piloto promovido por Cuerva y la empresa alemana Vensys, que se implementa por primera vez y que persigue certificar su curva de potencia y resto de características técnicas de cara a su posterior lanzamiento al mercado.
Su tecnología sincrónica de imanes permanentes distingue a este prototipo, permitiendo una conversión de energía del viento altamente eficiente y sin pérdidas, lo que mejora su productividad y reduce el impacto en la red eléctrica. Esta innovación no solo se traduce en una mayor eficiencia en velocidades de viento bajas, sino que también implica ventajas sustanciales en términos de costes de mantenimiento y reparaciones al prescindir de la multiplicadora convencional.