Red Eléctrica avanza en el plan de desmantelamiento de la antigua línea eléctrica de 66 kV entre Corralejo y Matas Blancas, en Fuerteventura, ubicadas respectivamente en el norte y sur de la isla canaria. Este desmantelamiento va a producirse una vez puesto en servicio todo el nuevo eje de doble circuito de 132 kV y cuando se obtengan las autorizaciones administrativas para la retirada de la antigua línea. La previsión de Red Eléctrica es iniciar las obras el próximo año, en cuanto se hayan cumplido todos los trámites previos necesarios, y las obras no afectarán al suministro eléctrico.
Para la preparación del desmantelamiento, que se lleva a cabo en cumplimiento de la Declaración de Impacto Ambiental del eje de 132 kV, Red Eléctrica colabora de forma coordinada con el Cabildo de Fuerteventura. Precisamente, representantes de Red Eléctrica se reunieron la semana pasada con la presidenta del Cabildo de Fuerteventura, Dolores García Martínez, y con los alcaldes de La Oliva, Puerto del Rosario, Antigua, Tuineje y Pájara, a quienes han detallado el plan de desmantelamiento. En total, se desmontarán 352 apoyos entre Corralejo y Matas Blancas, situados en diferentes zonas de los citados ayuntamientos.
Las obras no afectarán al suministro eléctrico
La previsión es iniciar las obras el próximo año, para lo que ya se está organizando el desarrollo de los trabajos con el fin de comenzarlos en cuanto se hayan cumplido todos los trámites previos necesarios.
Las obras no afectarán al suministro eléctrico, garantizado mediante el nuevo eje de 132 kV, y se llevarán a cabo conforme a los condicionantes ambientales presentes en el ámbito y a las medidas preventivas y correctoras previstas, e incluyen la retirada de toda la infraestructura y el retorno de los terrenos a su estado original.
Como principales acciones, el desmantelamiento consistirá en la retirada de los 352 apoyos y de sus cables conductores, el destensado de los cables conductores y de tierra y su retirada, el desmontaje de las estructuras, el acopio de los conductores, cables de tierra y cadenas de aisladores, la destrucción de las cimentaciones, la retirada de materiales sobrantes de obra civil y, en su caso, de las bases de los antiguos apoyos.