El operador del sistema eléctrico en España, Red Eléctrica, y su homólogo francés, RTE, han llevado a cabo la modernización de la línea de interconexión Hernani-Argia. En concreto, se han ejecutado dos nuevas actuaciones sobre unos 25 kilómetros de línea a cada lado de la frontera que ya están finalizadas. Se ha incrementado su capacidad de transporte de los 1.600 megavoltiamperios (MVA) a los 2.100 MVA, sin necesidad de nuevas infraestructuras.
La repotenciación ha consistido en la sustitución de los conductores y el recrecimiento de los apoyos, que en España se ha realizado mediante la técnica pionera Amp-jack, utilizada por primera vez en Europa. Se trata de una tecnología de vanguardia que evita el uso de grandes grúas, necesarias hasta el momento, para llevar a cabo este tipo de trabajos. Mediante el uso de vehículos especializados que trasladan las piezas hasta la torre donde van a ser instaladas, un equipo humano las instala para aumentar en altura la torre eléctrica.
De esta forma, se minimiza el impacto ambiental en el entorno, evitando el uso de maquinaria pesada y, por lo tanto, el movimiento de tierras y nivelado de caminos y zonas de actuación, destinados a facilitar el acceso de estos medios hasta el lugar en el que se ejecutan los trabajos.
Interconexión eléctrica Hernani-Argia
La interconexión eléctrica Hernani-Argia es una infraestructura estratégica para el transporte eléctrico entre España y Francia, en servicio desde 1971, y que ya fue objeto de mejoras a principios de los años 2000.
Ahora, se han ejecutado dos nuevas actuaciones sobre unos 25 kilómetros de línea a cada lado de la frontera que ya están finalizadas. Los trabajos se han llevado durante dos meses. Esta actuación está recogida en la Planificación Eléctrica vigente.
En el lado español, la primera actuación se ha basado en la sustitución de los conductores (cables) por modelos de última generación que permiten transportar más energía, gracias a que presentan una menor dilatación térmica (diseñados para soportar altas temperaturas). Mientras que la segunda actuación ha implicado el recrecimiento de tres apoyos (torres), para hacer más altas estas torres eléctricas.
Por otro lado, en Francia, la instalación de los últimos kilómetros de cables eléctricos en la frontera franco-española ha sido el resultado de una estrecha coordinación de los equipos de Red Eléctrica y RTE que ha permitido reducir considerablemente el impacto ambiental de los trabajos, especialmente sobre algunas especies vegetales protegidas.
