La potencia fotovoltaica mundial alcanzó en 2015 los 230 GW

En 2015 la potencia fotovoltaica mundial alcanzó los 50 GW nuevos, lo que supuso un nuevo récord mundial. La potencia total instalada logra la suma de 230 GW en todo el mundo. Pero mientras que el sector fotovoltaico sigue creciendo en otros países, en España se vive una situación de estancamiento. Esta es una de las principales conclusiones del Informe Anual 2016 elaborado por la Unión Española Fotovoltaica y que fue presentado el pasado 7 de septiembre.

El año 2015 ha demostrado las tendencias de los mercados globales que ya se observaban desde el 2013, con un crecimiento anual en torno a un 20-25%. Las principales líneas de evolución de esta tecnología se basan en la reducción de costes en toda la cadena de valor de la producción y en el aumento de la eficiencia de los módulos fotovoltaicos. Estos factores, junto a su enorme versatilidad, hacen del fotovoltaico un sector competitivo que se adapta a las condiciones particulares de cada país.

Los estados con una penetración más acelerada de la energía solar en 2015 han sido China y Japón, con 15,2 GW y 11 GW instalados, respectivamente, situándose a la cabeza del Top 10 en potencia instalada durante 2015. Los dos grandes del sudeste asiático añadieron más energía solar que todo el continente europeo. De hecho, Europa representó el 16% de la energía fotovoltaica mundial en 2015.

Panorama nacional

De los 50.000 MW de potencia fotovoltaica nueva instalada en todo el mundo en 2015, 49 MW han sido instalados en nuestro país. El estancamiento en la construcción de nuevos proyectos fotovoltaicos conectados a red se debe, según el Informe, a los cambios regulatorios, lo que ha ocasionado la desaparición de múltiples empresas en los diferentes eslabones de la cadena de valor.

En consecuencia, las empresas que habitualmente actuaban en España han expandido sus mercados a otros países, como México o Brasil, que cuentan con una normativa mucho más favorable que asegura un mayor éxito de las inversiones.

Para que cambie esta situación, UNEF indica que debe darse un cambio regulatorio y añade que el actual sistema de subastas debería ser modificado. Las cantidades a subastar deberían ser fijadas en función de la energía producida, en lugar de atender a la potencia instalada, para una mayor certidumbre en la consecución de los objetivos establecidos por la Comisión Europea. Se estima que para alcanzar estos objetivos sería necesaria la realización de, al menos, una subasta anual de 3 TWh.

 
 
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