Baterías de segunda vida y recarga reversible en el sistema eléctrico de la isla de Porto Santo

El ecosistema eléctrico inteligente de Porto Santo se basa en se basa en baterías de segunda vida, vehículos inteligentes, recarga inteligente y recarga reversible y acerca a la isla a su independencia energética.

La pequeña isla de Porto Santo, en el archipiélago de Madeira, se ha convertido en emplazamiento de un sistema eléctrico inteligente dentro del programa ‘Smart Fossil Free Island’, este último, puesto en marcha por el Gobierno de Madeira. El ecosistema eléctrico inteligente ha sido lanzado por Grupo Renault y la Empresa de Electricidade da Madeira (EEM) y se basa las baterías de segunda vida, los vehículos inteligentes, la recarga inteligente y la recarga reversible.

El ecosistema eléctrico inteligente de Porto Santo se basa en se basa en baterías de segunda vida, vehículos inteligentes, recarga inteligente y recarga reversible y acerca a la isla a su independencia energética.

El proyecto pretenden reforzar la independencia energética de la isla y y favorecer su producción de energía renovable. El ecosistema consta de tres apartados. En primer lugar, 20 residentes voluntarios de Porto Santo conducirán 14 ZOE y 6 Kangoo Z.E para un uso diario. Estos vehículos podrán cargarse de forma inteligente gracias a los 40 bornes de carga conectados, privados o públicos, instalados por EEM y Renault en la isla.

Recarga reversible y baterías de segunda vida

De aquí a fin de año, algunos vehículos llegarán aún más lejos en su interacción con la red y serán capaces de devolver electricidad durante los picos de consumo. Además de cargarse de forma inteligente, los vehículos eléctricos podrán de este modo servir como unidades de almacenamiento temporal de energía.

Por otro lado, las baterías con «segunda vida» procedentes de los vehículos eléctricos de Renault sirven para almacenar la energía intermitente producida por las centrales solares y las eólicas de Porto Santo. Esta energía, que se almacena nada más producirla, se inyecta en la red para las necesidades locales. Una parte de estas baterías proceden de la isla de Madeira. De este modo y por primera vez, el Grupo Renault demuestra que es capaz de reutilizar sus baterías de «segunda vida» en un ecosistema local.

«Más allá del transporte, la revolución eléctrica mejora nuestra vida diaria. Nuestro objetivo es construir un modelo reproducible en otras islas, en eco barrios o en ciudades, siempre con la misma intención: desplegar a gran escala soluciones de movilidad eléctrica asequible para todos», ha señalado Eric Feunteun, director del Programa Vehículos Eléctricos y Nuevas Oportunidades.

 
 
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