El proyecto CIRVE permite la conexión de España con Francia y Portugal con una red de recarga rápida de VE interoperable

Mapa con los puntos de recarga

Conectar la Península Ibérica con los países de la Unión Europea, la conexión de España con Francia y Portugal, y demostrar que la movilidad eléctrica permite viajar a lo largo de la península han sido los objetivos del proyecto CIRVE, cuyas siglas significan ‘Corredores Ibéricos de Infraestructura de Recarga Rápida de Vehículos Eléctricos’. El proyecto ha concluido el despliegue de 40 puntos de recarga rápida de acceso público en localizaciones estratégicas de los corredores ibéricos, y también ha permitido demostrar la interoperabilidad.

El proyecto CIRVE ha desplegado una red de 40 puntos de recarga rápida para vehículos eléctricos en España.

La interoperabilidad ha sido el principal foco de trabajo del proyecto europeo CIRVE, lo que permite que el usuario solo tenga que preocuparse de encontrar el cargador más próximo y que pueda usarlo independientemente de con quien tenga su contrato. Para los responsables de CIRVE la interoperabilidad es un aspecto clave para el desarrollo del vehículo eléctrico, y el reto es mayor cuando el objetivo es que esa interoperabilidad entre infraestructuras de recarga cruce fronteras.

La iniciativa se ha desarrollado en los corredores Atlántico y Mediterráneo de España y Portugal, con el objetivo de fomentar el uso de vehículos eléctricos (VE) entre estos dos países y Francia en un marco transfronterizo totalmente interoperable que permita a los dueños de vehículos eléctricos el tránsito desde el Norte de Europa hacia la Península Ibérica.

Desde Portugal hasta Francia

El proyecto ha conseguido demostrar que viajar desde Portugal hasta Francia cargando en las estaciones de CIRVE es posible. La marca del Grupo Renault Mobilize, integrada en el proyecto europeo, ha sido la encargada de poner a prueba el corredor con el vehículo eléctrico Renault ZOE, viajando desde Lisboa (Portugal) a Irún, con un recorrido de casi 1.000 kilómetros recargando en siete puntos estratégicos: Badajoz, Navalmoral de la Mata, Burgos, Vitoria, Eibar e Irún (frontera con Francia).

El Renault ZOE ha recorrido la península para probar el corredor ibérico de infraestructura de recarga.

El proyecto CIRVE se inició en 2016 y ha contado con un presupuesto de 3,5 millones de euros para desplegar hasta diciembre de 2021 una red de 40 puntos de carga rápida para vehículos eléctricos, a lo largo de los corredores, que conecte la Península con el resto de los países de la Unión Europea.

En concreto, el proyecto ha implantado 25 nuevos puntos de recarga rápida en España y ha adaptado otros 15 puntos que ya estaban en funcionamiento en determinadas localizaciones estratégicas de los corredores ibéricos.

Consorcio del proyecto CIRVE

Son ocho las entidades de España, Portugal y Francia involucradas en el proyecto CIRVE. Los ocho socios han sido los gestores de carga Ibil, como líder del proyecto, EDP, Endesa X, GIC e Iberdrola, junto con la asociación empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), Renault Group a través de su marca Mobilize, y el Centro para la Excelencia e Innovación de Portugal (CEIIA). El conjunto de socios suma en la actualidad más de 2.000 puntos de carga rápida desplegados en España, y en el marco del proyeco CIRVE han podido demostrar que el despliegue de infraestructuras de carga de acceso público es operativo, interoperable y eficiente.

Autoridades y representantes de las entidades del consorcio de CIRVE en la presentación del proyecto.

El proyecto ha sido cofinanciado al 50% por la Unión Europea a través de la convocatoria de 2015 del programa de financiación de la UE Connecting Europe Facility (CEF), y forma parte de la Red Transeuropea de Transporte (Trans-European Transport Networks o TEN-T), con el fin de facilitar un modelo de negocio para instalar toda una malla de sistemas de recarga eléctrica en esta red. A través de este instrumento, la UE financia proyectos que considera estratégicos para el futuro de la movilidad en Europa, entre los que destacan los corredores de infraestructura de recarga rápida para vehículos eléctricos.

Los corredores, como el ibérico, tienen como objetivo implantar una infraestructura de recarga rápida para coches eléctricos a lo largo de las principales carreteras europeas, que permitan desplazarse en vehículo eléctrico tanto dentro de los países de la Unión Europea como entre ellos.

Jornada de presentación

Los representantes del proyecto europeo CIRVE destacan que desarrollar la movilidad eléctrica en España pasa por empujar entre todos los operadores del mercado iniciativas como esta, “para que un vehículo eléctrico se convierta de verdad en una pieza más del ecosistema del transporte en nuestro país, los usuarios deben tenerlo fácil y eso pasa por cumplir con sus necesidades: poner a su disposición cargadores, allí donde los necesiten y con la tecnología que necesiten”.

En la sede de EMT Madrid se celebró una jornada técnica para hacer un seguimiento del proyecto CIRVE.

Durante la jornada de seguimiento del proyecto celebrada la semana pasada en la sede de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), Eduardo García, director del Departamento de Operaciones de Ibil, incidió en la importancia de que CIRVE ha sido un proyecto de estudio, “las lecciones aprendidas en el proyecto han servido de base para los despliegues individuales de cada de uno de los socios, de forma que éstos se puedan realizar de manera óptima. En esto radica la importancia de CIRVE”.

El director de Operaciones de Ibil destacó los dos resultados más relevantes del proyecto. Por un lado, la interoperabilidad. Se alcanzó un acuerdo para la conexión con una plataforma europea que permitiera la interoperabilidad entre los socios e incluso dar acceso a todos aquellos operadores de recarga conectados a dicha plataforma.

Despliegue de la red de recarga rápida de vehículos eléctricos en Portugal y España en el marco de CIRVE.

Por otro lado, destacó la velocidad de despliegue condicionada por las licencias. “Hemos constatado todos los CPOs socios del proyecto que instalar puntos de recarga de 50 kW no es un reto técnico ya que hay en el mercado puntos de recarga comerciales fiables y la instalación eléctrica necesaria para este nivel de potencia es sencilla. La parte técnica no es un problema ni condiciona los tiempos de despliegue. Sin embargo, la obtención de licencias de obra en Ayuntamientos y Demarcaciones de Carreteras es un trabajo de largo recorrido”, apuntó Eduardo García.

El proyecto CIRVE ha permitido desplegar una red interoperada de 40 cargadores de 50 kW ubicados estratégicamente en los corredores europeos a su paso por la Península Ibérica, además de estudiar la experiencia de despliegue y operación de dicha infraestructura para que este aprendizaje permita optimizar actuales y futuros despliegues masivos. El resultado de CIRVE aspira a impulsar una movilidad más sostenible en la UE.

 
 
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