PowerMatching City, smart grids para la flexibilidad energética

PowerMatching City es un demostrador ‘living lab’ para probar futuros sistemas de energía, localizado en Groningen en los Países Bajos. En este proyecto, los hogares conectados tienen aparatos inteligentes que responden a su consumo de energía en tiempo real, dependiendo de la generación (renovable) disponible.

Se trata, en primer lugar, de un campo de prueba para conectar el suministro con la demanda de electricidad y calefacción de un modo inteligente, es decir utilizando smart grids. El propósito de este proyecto en curso es sacar todo el provecho de las características de ambos sistemas, el centralizado y el de energías renovables.

Desde el inicio del proyecto, en 2009, ha tenido lugar en HoogKerk, un barrio de vecinos en la citada ciudad de Groningen. Durante la primera fase, participaron en el proyecto 25 hogares, en 2011 comenzó la segunda fase y, actualmente, participan 42 viviendas más agrupadas que al inicio.

Un ejemplo de lo que este proyecto persigue es que el sistema pueda elegir automáticamente el momento óptimo para poner en marcha electrodomésticos, como la lavadora, cuando haya una gran cantidad de energía producida por las turbinas eólicas y, por tanto, la energía sea más barata. O evitar recargar vehículos eléctricos en momentos de alto consumo energético en el vecindario, como tras el atardecer.

Los vecinos pueden utilizar una gran variedad de fuentes de energía, como energías renovables a través de paneles solares instalados cerca, bombas de calor y microCHP. Todas las viviendas contarán con contadores inteligentes y aparatos inteligentes a su disposición. Asimismo, vehículos 100% eléctricos de Energy Company Essent en Den Bosch están virtualmente conectados al sistema de redes inteligentes.

Primera fase, software de gestión

Durante la primera fase uno de los principales objetivos fue conseguir un software, el PowerMatcher, que asegure que la oferta y demanda de una amplia variedad de recursos energéticos pueda ajustarse automáticamente. Así, el programa funciona como un controlador de tráfico en una autopista digital, donde el objetivo es utilizar el PowerMatcher para muchos más puntos de tráfico energía.

Sin embargo, el pivote de las redes inteligentes domésticas son los dispositivos inteligentes alimentados por fuentes de energía renovables. Dependiendo del suministro energético y las tarifas del día, los usuarios podrán decidir si conectar o no sus aparatos eléctricos. Para hacerlo posible, los dispositivos están equipados con sensores. La información generada será almacenada en un servidor externo para su análisis, así como puesta a disposición de los usuarios para poder tomar conciencia de cómo regular sus hábitos energéticos.

Segunda fase, nuevo modelo de mercado

Mientras que en la primera fase el proyecto prestó atención a las características técnicas, en esta segunda fase el foco fue puesto en los mecanismos del mercado bajo un régimen de Smart grid.

Al igual que en la primera fase, los consumidores son el punto de pivote, su comportamiento es de suma importancia para cualquier tipo de sistema TI que opera tras los puntos de carga y vehículos eléctricos; para la estabilidad de la red eléctrica pública, no importa que haya dos o tres vehículos recargando desde la misma red, pero sí puede haber alteraciones con doce o más vecinos tratando de recargar su vehículo al mismo tiempo. Así, se hace necesario un sistema fiable, seguro y asequible basado en infraestructura TI.

Pero el cambio no se limita a esta nueva interacción con el vehículo eléctrico, sino que la residencia, en sí misma, se verá involucrada, contando con paneles de información en el salón, donde los residentes pueden ver la producción y consumo energético de sus dispositivos.

Resultados de la segunda fase

Como resultado de esta segunda fase, PowerMatching City demostró que las Smart grids son técnicamente viables y que la flexibilidad energética tiene sentido económicamente hablando. De hecho, las ganancias netas para el mercado podría alcanzar los 3,5 billones de euros. Estos beneficios están basados en parte en el dinero ahorrado por los operadores de redes al eliminar los costes de inversión y mantenimiento de las redes. Por otro lado, los proveedores de energía podrán controlar el consumo energético de sus usuarios de forma más efectiva y podrán comprar energía a precios al por mayor más competitivos. Asimismo, los proveedores de energía podrán utilizar la energía generada localmente para hacer confluir oferta y demanda y ahorrar costes.

Durante la prueba piloto, los socios del consorcio y los residentes establecieron conjuntamente dos servicios de energía para facilitar la flexibilidad: ahorro de costes inteligentes, que permitieron a los residentes mantener los costes de consumo de energía y la generación lo más bajos posibles y seguir siendo sostenibles, centrándose en ayudar a convertirse en una comunidad sostenible.

Según destacan fuentes del proyecto, un resultado sorprendente del piloto fue encontrar que el sistema era mucho más flexible de lo previsto sobre la base de estudios previos y que la oferta y la demanda eran más fáciles de equilibrar de lo esperado.

Estándares y valores reales medidos

El resultado de este piloto establece una serie de condiciones para ser implementado a gran escala:

Sólo así se darán las circunstancias para sacar el máximo partido al valor añadido de la flexibilidad energética y compartir los beneficios con los consumidores.

Este proyecto ha sido llevado a cabo por el consorcio formado por: Enexis, Essent, Gasunie, DNV GL, ICT Automatisering and TNO. Además, han contado con la participación de Hanzehogeschool Groningen, TU Delft y TU Eindhoven.

 
 
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