Presentado el Informe 2016 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España

La Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad ha presentado el Informe 2016 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad. 

La Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad ha presentado las conclusiones del Informe 2016 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad.

La Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad ha presentado el Informe 2016 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad.

El Informe 2016 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España señala que en 2015 el sector energético español consumió 6,28 exajulios (EJ) de energía primaria y emitió 313 millones de toneladas (Mt) de CO2, generando un valor añadido (sin descontar los costes externos) de 53.200 millones de euros (correspondiente a un 4,9% del PIB).

Todas las energías fósiles en el año 2015, pero sin duda el dato más relevante en este año, fue el aumento del consumo de carbón (un 20%). Además, el mayor crecimiento ha sido el del carbón importado (que pasa del 86% al 91%), por lo que no se puede decir que este aumento venga derivado de la protección de la minería nacional. Este incremento fue consecuencia de la caída del precio internacional de este combustible, de un precio muy bajo del CO2 y de la situación climatológica, que estuvo marcada por la falta de lluvias, que hizo caer la aportación de la energía hidráulica (un 29% de reducción respecto al año anterior), y la sucesión de anticiclones, que incidieron en una menor aportación de la eólica. Esto, unido a la falta de nuevas inversiones en renovables, hizo que bajara la contribución de éstas a la energía primaria y a la producción de electricidad.

Aumento del 16% de las emisiones CO2

La demanda de productos petrolíferos para el transporte siguió recuperándose, tanto para el transporte de mercancías como el de pasajeros. Este sector consumió un 40% de la energía final y contribuyó con un 23% a las emisiones del CO2. El aumento del 7% de las exportaciones de productos petrolíferos unidos a la reducción de las importaciones en un 2% hizo que el sector del refino aumentara su actividad.

Todos estos factores llevan a un aumento muy significativo (un 16%) de las emisiones de CO2 asociadas al sector energético, y de la intensidad de carbono de la economía española, al contrario de lo que sucede en la OCDE.

En cuanto a los balances económicos, es reseñable que bajaron mucho los gastos en energía primaria (un 28%) debido al descenso de los precios de los recursos energéticos. Pero en cambio aumentaron los gastos en energía final, lo que supone un aumento significativo del valor añadido del sector, sobre todo en el refino de petróleo. Eso sí, este valor añadido se reduce en un 45% si se descuentan los costes externos del sector asociados a la emisión de contaminantes.

 
 
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