En la actualidad, el escenario energético a nivel mundial se caracteriza por amplios contrastes y disparidades. Es una de las conclusiones del World Energy Outlook 2019, el más importante de los informes anuales publicados por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que como conclusión principal destaca que las decisiones tomadas por los gobiernos constituyen la pieza clave y trascendental para el futuro del sistema energético.
El documento analiza brechas como las cada vez mayores cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero y la insuficiencia de las políticas establecidas para frenar esas emisiones en línea con los objetivos climáticos internacionales, así como la promesa de la energía para todos frente a la falta de acceso a la electricidad para 850 millones de personas en el mundo. También destaca la fractura entre las expectativas de transiciones de energía rápidas impulsadas por las renovables y la realidad de los sistemas energéticos actuales en los que la dependencia de los combustibles fósiles continúa siendo elevada.
El informe aborda en profundidad cuestiones clave como lo que puede significar la caída de los costes de las energías renovables y la difusión de las tecnologías digitales para el suministro de energía del futuro, además de cómo se puede emprender, a nivel mundial, el camino para alcanzar los objetivos climáticos mundiales y otros objetivos de energía sostenible.
Diferentes escenarios
La Agencia Internacional de la Energía asegura que el informe World Energy Outlook 2019 no pretende ofrecer un pronóstico ni un vaticinio de lo que sucederá. Su objetivo es mostrar un conjunto de escenarios que analizan diferentes futuros posibles, las acciones o inacciones que los provocan y las interconexiones entre las diferentes partes del sistema.
Por un lado, el informe analiza el Escenario de Políticas Actuales que ofrece una imagen de referencia de cómo evolucionarían los sistemas energéticos mundiales si los gobiernos no realizan cambios en sus políticas existentes. En este escenario, la demanda de energía aumenta un 1,3% al año hasta 2040, lo que se traduce en un aumento continuo en las emisiones relacionadas con la energía.
Por otro lado, el Escenario de Políticas Declaradas incluye las intenciones y objetivos de las políticas actuales, además de las medidas existentes, con el fin de predecir las consecuencias de los planes vigentes. En este escenario se describe un mundo en el que cientos de millones de personas continuarán sin acceso a la electricidad en el año 2040 y donde las emisiones de CO2 bloquearían los graves impactos del cambio climático.
Según World Energy Outlook 2019, la demanda de energía aumenta en un 1% por año hasta 2040. Las fuentes bajas en carbono, lideradas por la energía solar fotovoltaica, suministran más de la mitad de este crecimiento. Algunas partes del sector energético, lideradas por la electricidad, experimentan transformaciones rápidas. Sin embargo, el informe considera que el impulso detrás de la energía limpia es insuficiente para compensar los efectos de una economía global en expansión y una población en crecimiento. El aumento de las emisiones disminuye, pero no alcanza su punto máximo antes de 2040, aseguran.
Por su parte, el Escenario de Desarrollo Sostenible indica lo que se debe cambiar para alcanzar plenamente los objetivos climáticos. Muestra una forma de alcanzar los objetivos de energía sostenible en su totalidad, lo que requiere cambios rápidos y generalizados en todas las partes del sistema energético. El informe indica que, para lograr este escenario, un camino totalmente alineado con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de las temperaturas globales por debajo de los 2 °C y realizar esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C, requiere cambios rápidos y generalizados en todos los ámbitos del sistema energético.
Indican que un fuerte repunte en las mejoras de eficiencia energética es uno de los elementos más potentes para llevar al mundo hacia el Escenario de Desarrollo Sostenible. En la actualidad, según el documento, las mejoras en la eficiencia se están desacelerando: la tasa de 1,2% en 2018 es aproximadamente la mitad del promedio visto desde 2010 y se mantiene muy por debajo de la tasa de 3% que sería necesaria.
Aumento de la electricidad
La electricidad es una de las fuentes de energía que ve un aumento en el consumo durante las próximas dos décadas en el Escenario de Desarrollo Sostenible, principalmente debido al auge de los vehículos eléctricos, junto con el uso directo de energías renovables e hidrógeno. El documento revela que la participación de la electricidad en el consumo final supera a la del petróleo, líder actual, para 2040.
La energía eólica y la energía solar fotovoltaica proporcionan más de la mitad de la generación de electricidad adicional hasta ese año en el Escenario de Políticas Declaradas y casi todo el crecimiento en el Escenario de Desarrollo Sostenible. Pero el informe subraya que poner los sistemas eléctricos en un camino sostenible requerirá mayores acciones que la agregación de más energías renovables. Desde la AIE inciden en que el mundo también necesita enfocarse en las emisiones que están «encerradas» en los sistemas existentes.
Continua transformación del sector eléctrico
Por otro lado, la seguridad energética sigue siendo primordial para los gobiernos de todo el mundo. Mientras tanto, la continua transformación del sector eléctrico requiere que los responsables políticos se muevan rápidamente para mantenerse al día con el cambio tecnológico y la creciente necesidad de una operación flexible de los sistemas de energía.
Cuestiones como el diseño del mercado para el almacenamiento o la privacidad de los datos tienen el potencial de exponer a los consumidores a nuevos riesgos.
Asimismo, el documento destaca que las reducciones de costes en energías renovables y los avances en tecnologías digitales abren enormes oportunidades para las transiciones de energía, al tiempo que crean nuevos dilemas de seguridad energética.
Energía eólica marina
Entre otras cosas, el informe también analiza el papel que podría jugar la energía eólica marina en la transformación del sector energético. Según el documento, la reducción de costes y la experiencia adquirida en el Mar del Norte de Europa están generando un recurso renovable de gran capacidad, convirtiéndose en un tipo de energía con mayores niveles que los alcanzados por la energía solar fotovoltaica y la energía eólica terrestre, gracias a las turbinas cada vez más grandes que aprovechan velocidades del viento más altas lejos de la costa.
Existen innovaciones en el horizonte, incluidas las turbinas flotantes, que pueden abrir nuevos recursos y mercados. Desde la AIE aseguran que los proyectos eólicos marinos cada vez más competitivos en costos están en camino de atraer un billón de dólares de inversión para el año 2040. El éxito de Europa con esta tecnología ha generado interés en China, Estados Unidos y otros lugares.
Conclusiones del informe
El documento destaca que las políticas energéticas se están ajustando a los nuevos imperativos del sector, pero la respuesta general aún está lejos para enfrentar la seguridad energética y las amenazas ambientales a los que el mundo se enfrenta hoy en día. También indica que las tecnologías solares, eólicas, de almacenamiento y digitales están transformando el sector eléctrico, pero de manera inclusiva y una transición profunda también significa abordar problemas heredados de la infraestructura existente.
“No existe una solución única o simple para transformar los sistemas energéticos globales», destaca el Dr. Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, como una de las principales conclusiones del informe World Energy Outlook de este año. “Muchas tecnologías tienen un papel que desempeñar en todos los sectores de la economía. Para que esto suceda, necesitamos un fuerte liderazgo de los responsables políticos», añade.
El informe World Energy Outlook 2019 da la mayor responsabilidad a los gobiernos, que son los que deben tomar las decisiones. Iniciativas de individuos, de la sociedad civil, de empresas e inversores pueden marcar una gran diferencia, pero la mayor capacidad para dar forma al destino energético recae en los gobiernos, subrayan desde la AIE.