La Comisión Europea aprueba la prórroga del mecanismo ibérico para reducir el precio de la electricidad

torre de alta tensión

La Comisión Europea ha aprobado la prórroga y modificación del mecanismo ibérico, una medida española y portuguesa destinada a reducir los precios mayoristas de la electricidad en el mercado ibérico (Mibel) mediante la reducción de los costes de los insumos de las centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles. La medida estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2023.

La Comisión Europea ha aprobado, en virtud de las normas sobre ayudas estatales, la prórroga y modificación del mecanismo ibérico.

El Congreso de los Diputados aprobó la semana pasada la prórroga de esta medida. Por su parte, la Comisión Europea aprobó el mecanismo ibérico en junio de 2022, una medida que expiraba el 31 de mayo de 2023. Ahora la Comisión Europea ha aprobado su prórroga y modificación de acuerdo con el artículo 107 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), reconociendo que las economías española y portuguesa siguen experimentando una perturbación grave.

La Comisión Europea concluye que la prórroga y las modificaciones se ajustan a las normas sobre ayudas estatales de la UE. La medida estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023, en línea con la aplicabilidad de las disposiciones del Marco Temporal de Crisis y Transición relativas a las ayudas para compensar los altos precios de la energía.

Mecanismo ibérico

La medida sigue siendo diferente a otras formas de intervención de precios debido a las circunstancias particulares del mercado eléctrico mayorista ibérico. En particular, la limitada capacidad de interconexión de la Península Ibérica, la elevada exposición de los consumidores a los precios mayoristas de la electricidad, así como la elevada influencia del gas en la fijación de precios de la electricidad han supuesto una perturbación especialmente grave para las economías española y portuguesa.

La Comisión Europea considera que la modificación es adecuada, necesaria y proporcionada, además de seguir siendo temporal y de limitarse al mínimo necesario para hacer frente a la grave perturbación económica a la que se enfrentan España y Portugal, al proporcionar una salvaguardia frente a subidas bruscas de los precios de la electricidad en el mercado eléctrico ibérico, en el contexto de la situación geopolítica volátil actual.

Aunque la dinámica del mercado ha evolucionado desde que la medida entró en vigor por primera vez, la Comisión Europea indica que el mecanismo ibérico seguirá sirviendo como respaldo en caso de picos en los precios del gas, para proteger a los consumidores vulnerables y aumentar la estabilidad del mercado.

Trayectoria ajustada del tope de precios

La trayectoria ajustada del tope de precios prevé una eliminación gradual predecible y sin problemas de la medida, que finaliza en un nivel de precios cercano a los precios esperados actualmente en el mercado mayorista de gas para finales de 2023.

Bajo el mecanismo ibérico, los productores de electricidad reciben un pago que opera como una subvención directa para financiar parte de su coste de combustible. El pago se calcula diariamente en función de la diferencia de precio entre el precio de mercado del gas natural y un precio tope del gas. Entre junio y diciembre de 2022, el precio tope se fijó en 40 euros/MWh. Después de los primeros seis meses, se fijó un aumento del precio máximo de 5 euros al mes.

La medida está financiada por parte de los llamados ‘ingresos de congestión’ (los ingresos obtenidos por el Operador del Sistema de Transporte español como resultado del comercio transfronterizo de electricidad entre Francia y España), y un cargo (coste de ajuste) impuesto por España y Portugal a los compradores beneficiarios de la medida.

Las autoridades españolas y portuguesas afirman que el ahorro neto total, después de tener en cuenta el coste del ajuste, para los consumidores españoles y portugueses combinados ascendió a unos 5.000 millones euros entre junio de 2022 y enero de 2023.

Entre otras cuestiones, la Comisión Europea también destaca que la medida modificada sigue manteniendo al mínimo las distorsiones de la competencia y evitando posibles impactos negativos en el funcionamiento de los mercados de electricidad. Sobre esta base, ha aprobado la prórroga y las modificaciones de la medida española y portuguesa con arreglo a las normas sobre ayudas estatales de la UE.

 
 
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