Investigar nuevos modelos prospectivos y herramientas avanzadas para predecir la demanda eléctrica futura, optimizar la gestión de la capacidad de las redes eléctricas e integrar mecanismos de flexibilidad en sectores de alto consumo, es el objetivo del proyecto Demelek. Recientemente, se ha celebrado la reunión de lanzamiento del proyecto, que tiene una duración prevista de tres años.
En el marco de este proyecto, un total de diez empresas vascas lideradas por i-DE Redes Eléctricas Inteligentes colaboran para dar respuesta a la saturación de las redes eléctricas motivada por la creciente electrificación de la industria, la movilidad y la puesta en marcha de nuevos centros de datos.
Además, el proyecto Demelek, difundido por BasqueEnergy Cluster, cuenta también con la aportación de los agentes de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación (RVCTI), y con financiación del Gobierno Vasco a través del programa Hazitek y de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional 2021-2027 (FEDER).
Modelos prospectivos para estimar la demanda eléctrica
El proyecto Demelek ‘Soluciones basadas en modelos prospectivos y nuevos servicios de flexibilidad para electrificación de demanda’ busca anticiparse al crecimiento de la electrificación mediante el desarrollo de modelos prospectivos georreferenciados que permitan estimar con precisión la evolución de la demanda eléctrica en sectores clave para Euskadi.
A partir de estos modelos, se generarán escenarios de red que tengan en cuenta diferentes niveles de electrificación y su probabilidad de ocurrencia. Para ello, se trabajará en la modelización y cuantificación de las incertidumbres asociadas a la planificación de la demanda y las infraestructuras, integrándolas en herramientas avanzadas de apoyo a la toma de decisiones que optimicen la gestión de la capacidad disponible de la red por parte de los operadores.
Nuevos servicios de flexibilidad
Además, el proyecto Demelek abordará el desarrollo de nuevas estrategias de flexibilidad, tanto desde la perspectiva de la operación de la red como de la demanda.
El proyecto incorporará la flexibilidad en los procesos de optimización de gestión de la capacidad, analizando cómo el consumo en los diferentes sectores -con especial atención en la industria, la movilidad eléctrica y los centros de procesamiento de datos- puede adaptarse a las condiciones del sistema eléctrico. Y también se promoverán nuevas capacidades tecnológicas para aumentar la flexibilidad de la demanda, lo que permitirá una interacción más inteligente entre los consumidores y los operadores del sistema.
Por último, el proyecto permitirá que la operación de la red eléctrica se adapte y responda de manera eficiente a las necesidades de conexión derivadas de la evolución de la demanda de electrificación, mitigando así su impacto potencial en la saturación de la red y reforzando su resiliencia ante los retos de la transición energética.
